Felipe y los misiles

Yo soy de los que no quieren misiles. Quizá mi escasa preparación política pueda impedirme comprender las poderosas y retorcidas razones de Estado que han impulsado a Felipe González a pronunciar ese fatídico sí. O tal vez mi precaria inteligencia me impide aceptar la explicación. O soy incapaz de admitir como argumento que se trata simplemente de un apoyo a la decisión de un Gobierno amigo de desplegar nuevas cabezas nucleares en su territorio, asumiendo el riesgo que ello comporta. Pero quisiera que Felipe sepa que, si algún misil llega a despegar -y no importa ni el bando ni el lugar-, luego será imposible distinguir si los cadáveres tenían o no armas nu cleares en su territorio nacional.Por otra parte decir que se trata simplemente de ratificar la decisión libremente tomada por un Gobierno democráticamente elegido implica que, en cualquier visita oficial a un país aliado, Felipe González puede afirmar su apoyo, a los planes de Reagan para Centroamérica, a la invasión de Líbano, a lo que ocurra en Afganistán o a la guerra de las Malvinas... Muchos creemos que es imposible separar la trinidad Felipe / secretario / presidente, y si las encuestas y sondeos de opinión le merecen un minimo respeio, quisiera saber por qué hace caso omiso de lo que se piensa en la calle sobre el tema nuclear. /