Flexibilidad laboral y privatización Iimitada de la Seguridad Social

Mercado de trabajo y Seguridad Social son los dos pilares básicos sobre los que se asienta todo el programa de transformación y modernización de las estructuras económicas del país por parte del Gobierno. El creciente peso de las dotaciones para desempleo, pensiones y Seguridad Social, deja escaso margen presupuestario para asignar recursos a la inversión productiva sin ahondar aún más el déficit público. De ahí que ambos temas sean prioritarios, incluso en el tiempo, y centren la mayor parte de las acciones del Gobierno y de los debates parlamentarios que se prevén para el segundo semestre de 1984.En materia de mercado de trabajo, en concreto, se quiere que el 1 de enero del año próximo estén ya en vigor una serie de disposiciones que lo hagan más ágil y flexible de cara a los procesos de reconversión industrial. Para ello se va a proceder a una nueva regulación de los contratos temporales y a tiempo parcial, se van a reordenar todas las medidas vigentes de fomento del empleo y se va a potenciar mediante incentivos (vivienda, educación, etcétera) la movilidad laboral.

En jubilaciones, además de rebajarse la edad a los 64 años y propiciar la ocupación de ese puesto por un joven, se va a crear una nueva figura: el contrato por relevo, que consiste en fomentar jubilaciones parciales, de media jornada, que vayan acompañadas por la contratación de jóvenes a tiempo parcial que cubran el horario liberado. Asimismo se van a fomentar los contratos de formación y en prácticas y los cursos de reciclaje para trabajadores excedentes de sectores en reconversión.

La reforma de la Seguridad Social, que se prevé más larga en el tiempo, girará en torno a la extensión a todos los ciudadanos de unos mínimos de asistencia que todavía no se han determinado y en la complementación de las prestaciones públicas por la iniciativa privada (en este segundo semestre puede ser enviado al Congreso la ley de Fondo de Pensiones, y de hecho ya existen unas instituciones, las mutuas patronales, que complementan para algunos colectivos el sistema de la Seguridad Social). En el fondo de estas transformaciones, cuyos límites y costes todavía se están evaluando, subyace la vieja polémica de privatización o no de la Seguridad Social.

Hacienda está estudiando los límites que debe alcanzar a medio plazo la Seguridad Social sobre el producto interior bruto y la financiación del sistema. Los fondos de pensiones, cuya creación está ya decidida, tratarán de sustituir a montepíos y sociedades privadas de seguros, que normalmente se encuentran muy descapitalizados, en la complementación de prestaciones económicas de la Seguridad Social. Las transferencias a las comunidades autónomas, en este terreno, condicionan también el diseño definitivo que se dé a la Seguridad Social.

En materia de pensiones hay un proyecto de ley para regular antes del 31 de diciembre todas las prestaciones económicas del sector público. Se está estudiando, por otra parte, la creación de una ley de ayuda familiar (que reconvertiría y agruparía las distintas asignaciones) o una ley de igualdad de sexos en la Seguridad Social (en ésta se erradicaría la discriminación del hombre a la hora de recibir prestaciones por viudedad).

En relaciones laborales está muy avanzada la concertación de una futura, ley de utilización y cesión del patrimonio sindical acumulado. Se está preparando con urgencia un paquete de medidas sobre arbitraje y conciliación, que evite que se produzcan conflictos en torno a la posible mediación, como el que vive estos días el sector bancario