Emilio Bobis, curandero
El hombre que invirtió 200.000 pesetas para impedir la victoria socialista y su "materialéctica histérica"
El triunfo socialista en las elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo, afirma Emilio Bobis, hubiera podido ser evitado si alguien hubiera escuchado el mensaje urgente que él lanzó durante la campaña electoral. Bobis, un curandero de 49 años de edad, insertó en las dos últimas semanas anuncios en cuatro diarios madrideños en los que manifestaba su deseo de encontrar patrocinador para una conferencia que se titularía Falacia, mediocridad y obsoletismo de las teorías socialistas. "Nadie me hizo caso y ahora se puede armar la de San Quintín", dice.
Emilio Bobis leyó las encuestas que pronosticaban el triunfo del PSOE en los comicios del 8 de mayo y decidió que para él había llegado la hora de descender a la arena política. Así que, ni corto ni perezoso, redactó un anuncio y lo llevó a las redacciones de cuatro periódicos. "Urgente. Falacia, mediocridad y obsoletismo de las teorías socialistas. Por Emilio Bobis Deseo encontrar patrocinador/es para conferencia-coloquio con dicho título. Ahora. Podemos alquilar un teatro", rezaba el texto del reclamo.Todo fue en vano. Las 200.000 pesetas que se gastó en publicidad no rindieron los frutos que Bobis esperaba. Pasaron los últimos días de la campaña, llegó la hora de las urnas, ganaron los socialistas y nadie había telefoneado para mostrar su interés en patrocinar una conferencia de tan sonoro título "Yo quería dar la charla antes de las elecciones, porque estoy seguro que hubiera detenido el ascenso de los socialistas y hubiera desmontando la materialéctica histérica del señor Guerra. Pero he comprobado que todos están dormidos. Sólo yo velo", se lamenta.
La defensa del individualismo y de la propiedad privada, "consustanciales al ser humano", era el argumento irrebatible que Bobis habría empleado de acceder a una tribuna pública. El curandero afirma que le ha costado 10 años descubrir que "el socicomuhengelsmarxIeninismo es triste y mediocre con su retahíla y su cuento de ayudar a los pobres, de quienes no se ocupa fácticamente". Alfonso Guerra, dice, es el supremo representante en España de esta ideología.
La biografía de Emilio Bobis está llena de peripecias singulares. Nacido en Torre (León) hace 49 años, emprendió varias carreras, pero no terminó ninguna. Luego, en sus años mozos, recorrió durante 12 años Europa y América vendiendo sus cuadros, aunque admite que es un mal pintor. En Estados Unidos se casó con una norteamericana y se divorció a los cuatro años. Al regreso de su periplo extranjero, y en pleno franquismo, Emilio Bobis mercadeó en Madrid con libros prohibidos de Maiakovski, Alberti, Neruda y Lorca, "porque yo antes que enemigo del socialismo lo fui del fascismo". Saura, Bardem, Berlanga y Marsillach, asegura, se encontraban entre sus clientes. Pero su camino definitivo lo encontró hace seis años, al descubrir sus poderes "para curar dolencias que los médicos no curan".
El descubridor de la falacia del socialismo es un hombre de rostro ovalado, calvo al norte y rodeado por una barba corta y blanca al sur. Unas cejas negras, espesas y bien perfiladas coronan los ojos, pero Bobis casi nunca mira directamente a su interlocutor. Mueve la cabeza en todas las direcciones, habla como sin mover los labios, y de cuando en cuando hace un curioso chasquido con los dedos de la mano izquierda.
La casa de Emilio Bobis es también su consultorio de curandero. Se trata de un piso pequeño en la calle de Castelló de Madrid, presidido por una cartulina amarilla donde con rotulador ha escrito: "La verdad os hará libres" y por recuerdos del Camino de Santiago, la Virgen del Pilar y otros lugares del culto cristiano. "Ya he curado a 6.000 personas, gracias a un don que Dios me ha dado", afirma. "La leucemia, artrosis y astigmatismo no tienen secretos para mí. Pongo al paciente de pie, con poca ropa, y con las manos le extraigo la electricidad desequilibrada o iones dañinos. Cuando funciono, salen de mis manos ruiditos como chispas".
Emilio Bobis afirma ser cristiano, confucionista, taoísta y zoroastrista en materia religiosa, y liberal de centro en asuntos políticos. "Ahora quiero convencer a todos los socialistas, menos a Guerra, de que una fuerza oscura les mueve". Sobre la naturaleza de esa fuerza oscura y maligna, Bobis dice estar investigando ahora.
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