Réplica del doctor Caparrós

En el diario de su dirección, con fecha 4 de mayo de 1983, sección Cartas al director, y bajo él título de Prohibiciones en hospitales, se publica escrito firmado por don Félix del Campo "y demás miembros del comité de empresa", en el que de forma expresa se me alude, empleando calificativos tales como antidemócrata y clasista.Sin descender al sistema, hoy tan en uso, de las descalificaciones personales, me acojo a su probada imparcialidad, haciéndole llegar las siguientes aclaraciones al contenido de la citada carta:

1. Hasta el momento, y como director-gerente del hospital central de la Cruz Roja Española, mis relaciones con el comité de empresa de este hospital se han ajustado a lo establecido en la legislación vigente. (...)

2. Convendría que los firmantes de la carta, de una vez por todas, aclararan qué es lo que entienden por democracia, cuando se arrogan sin ningún derecho, ni conocimiento previo de una parte del comité de empresa, su total representación. A tal efecto, me permito aclarar, señor director, que las firmas que acompañan a la carta que nos ocupa únicamente representan a los miembros del comité pertenecientes a determinada central sindical.

3. Haciendo gala de su auténtico talante democrático, los firmantes no tienen ningún pudor en informar a la opinión pública que mi cese como director de este hospital fue acordado por la asamblea de trabajadores, pero ocultan con fines nada claros que a la asamblea únicamente asistieron poco más de 150 trabajadores. (...)

A su disposición, señor director, están los escritos con más de 800 firmas, incluso de miembros del comité de empresa, en el que hacen constar su solidaridad y apoyo con la gestión realizada por esta dirección en los cuatro últimos años.

4. Para algunos miembros del comité parece que ser clasista es dar cumplimiento a lo establecido en la legislación reguladora de huelgas durante el reciente conflicto del estamento médico, y por supuesto, ser antidemócrata es adoptar las medidas precisas para garantizar la atención a los enfermos, evitándoles molestias, así como impedir los movimientos asamblearios que, siguiendo determinadas consignas, se han intentado promover en el hospital para radicalizar el conflicto. (...)

De mi talante da buena muestra mi participación como candidato en las últimas elecciones al Congreso de los Diputados por un partido democrático, pese a mi actual condición de independiente, pero entiendo, señor director, que la finalidad última de cuantos andamos metidos en el mundo de la sanidad no es otra que la mejor atención a la salud de todos los españoles, y en ello estamos desde nuestro único puesto de trabajo. No estaría demás que el señor Del Campo tomara buena nota de esta circunstancia, ahora que con tanta facilidad pretende atribuirse la condición de salvador de la democracia, misión que, entiendo, corresponde en exclusiva al pueblo español. /