La renovación del Tribunal Constitucional, afectada por la ruptura entre PSOE y AP sobre el Consejo de RTVE
La ruptura del pacto entre el PSOE y la coalición Alianza Popular-Partido Demócrata Popular-Unión Liberal (AP-PDP-UL) para la renovación del Consejo de Administración del Ente Público Radio Televisión Española, producida el pasado jueves en el Senado, puede afectar a la renovación de los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que corresponde elegir al Congreso de los Diputados. El pacto PSOE-AP, acordado muy poco después de la investidura de Felipe González, incluía renovar los dos organismos citados -Consejo de RT`VE y Tribunal Constitucional- y marginar en ambos a las minorías parlamentarias.
La cesión graciosa de un puesto en el Consejo de RTVE por parte del Grupo Popular a la Minoría Catalana se habría hecho, según temen los socialistas y afirman fuentes aliancistas consultadas por este periódico, a cambio de la abstención de los doce diputados nacionalistas catalanes en la votación para la renovación del Tribunal Constitucional.Al intuir el PSOE que detrás de esta cesión podía haber un pacto secreto entre el Grupo Popular y la Minoría Catalana, para no votar favorablemente la renovación del Tribunal Constitucional, el partido en el Gobierno decide reabrir la renovación del Consejo de RTVE, tachando de la lista a un candidato del Grupo Popular en el Senado, cuando ya se había cerrado la elección en el Congreso. Todo esto lo hace el PSOE porque parece descubrir que ha entregado su baza a AP, la renovación del Consejo de RTVE a su gusto, sin tener garantizada la renovación del Tribunal Constitucional, que es lo que más le interesa al Gobierno.
Nada más constituirse el nuevo Gobierno, en diciembre pasado, los máximos dirigentes socialistas manifestaron su deseo de renovar a cuatro de los miembros del Tribunal Constitucional, precisamente a los mismos que resultaron elegidos en la anterior legislatura a propuesta de UCD. Este decisión, en principio, mereció la oposición de los dirigentes de la coalición AP-PDP-UL, quienes se negaron a efectuar cambios en el máximo órgano interpretativo de la Constitución. Esta negativa de los populares se vio reforzada en mayor medida a raíz de las últimas decisiones del Tribunal, especialmente el fallo en favor del recurso de amparo presentado por un concejal de Andújar expulsado del PSOE, decisión que se interpretó en medios socialistas como un posible desafío al Gobierno de Felipe González.
Ante el interés del PSOE, los dos partidos con mayor representación parlamentaria, iniciaron conversaciones ligando la renovación del Tribunal Constitucional a la del Consejo de RTVE, en la que estaba más interesada Alianza Popular. Para la elección de los miembros del Consejo de Administración de RTVE, se requiere una mayoría de dos tercios, y una mayoría de tres quintos para la renovación del Tribunal Constitucional. Aunque el PSOE podía encontrar otro pacto alternativo para la renovación del Tribunal Constitucional, al hacerlo con AP amortiguaba el efecto de que los nuevos magistrados fueran elegidos por el criterio político de proximidad al PSOE, lo que dañaría la imagen de independencia del Tribunal.
El interés socialista en garantizarse el apoyo del Grupo Popular en la renovación del Tribunal Constitucional estriba en la dificultad de buscar otra alternativa hasta llegar a los 210 votos que necesita. El PSOE cuenta con 202 diputados. Probablemente contaría con los cuatro votos de los comunistas y el de Bandrés, con lo cual se sitúa en 207. Le faltan sólo tres votos, que podría obtenerlos de de UCD, pero, para mayor seguridad, necesitaría los doce votos de la Minoría Catalana. Ese apoyo es el que el PSOE teme haber perdido con el regalo de AP a la Minoría Catalana de un vocal en el Consejo de RTVE y por eso provoca el escándalo de la votación en el Senado.
Malestar entre los senadores del PSOE
Los portavoces de los dos partidos mayoritarios, Cosculluela (PSOE) y Herrero de Miñón (AP-PDP-UL) han negado que el Tribunal Constitucional se vea afectado por lo ocurrido en la tarde del jueves en el Senado y tanto uno como otro han pretendido desvincular una elección de otra, si bien las otras fuentes consultadas, de uno y otro partido, reconocieron que la negociación había sido global y que una renovación Implicaba directamente la otra.
La ruptura del pacto para esta última elección, cuya culpabilidad se atribuyen mutuamente populares y socialistas no sólo ha constituido la fisura más seria en la ya escasa colaboración entre el Gobierno y la oposición, sino que ha provocado un serio malestar entre los grupos socialistas del Congreso y del Senado.
Los senadores socialistas, que fueron a fin de cuentan quienes enmendaron en la Cámara Alta el que se hubiera colado a los socialistas en el Congreso al representante Convergencia, Pere Artigas, mantuvieron una reunión en la madrugada de ayer con Javier Sáez de Cosculluela, quien tuvo que oír airadas protestas de sus compañeros de partido por no haber sido informados de que eran ellos quienes tenían que romper, de hecho, el pacto. A excepción de unos pocos, los senadores socialistas se enteraron de que algo raro estaba ocurriendo cuando les fue repartida la papeleta para votar con el nombre tachado de Francisco Sanabria, candidato del Grupo Popular al Consejo de RTVE.
No obstante, al final aceptaron las explicaciones de Cosculluela de que, por un lado, habían sido "engañados" por Miguel Herrero hasta el último momento, y, por otro, que la discreción era absolutamente necesaria para que los populares no sospecharan nada e impidieran la votación.
Cuando el presidente del Senado, José Federico de Carvajal, dio por terminada la tumultuosa sesión del jueves, se anunció que la mesa del Senado se reuniría ayer para ver si se aceptaba o no la impugnación de la votación solicitada por Arespacochaga. Sin embargo, la Mesa no se reunió ayer. Fuentes socialistas adelantaron a este periódico que, como en la Mesa tienen la mayoría, la votación será declarada válida a todos los efectos. El portavoz del Grupo Socialista de la Cámara Alta, Juan José Laborda, añadió que el Consejo de Administración de RTVE se constituirá en breve con sólo once miembros.
Artigas no entiende nada
Por otra parte, según las informaciones recogidas por la redacción de EL PAIS en Cataluña, el diputado socialista catalán, Rudolf Guerra, declaró: "Nosotros nos enteramos de los nombres que se proponían momentos antes de proceder a la votación. Cuando alguno de nosotros preguntó quiénes eran Pedro Artigas y Rogelio Baón, se nos contestó de parte de Alfonso Guerra que eran los que proponía Alianza Popular, y nada más".
Cuando posteriormente se enteraron de la personalidad de votado, los diputados socialistas catalanes creyeron o que el PSOE había sido engañado o que lo había tolerado. Lo sucedido anteayer en el Senado les hace pensar que la primera hipótesis es la correcta.
"Es muy probable que quienes negociaron por el PSOE la lista de consejeros no llegaran a saber quién era Artigas, porque en la primera secretaría no hay catalanes", razonaron las fuentes consultadas, sorprendidas al mismo tiempo de que el PSOE no hubiera investigado la personalidad de los dos candidatos propuestos por AP. Sin embargo, el portavoz de Coalición Popular en el Congreso, Miguel Herrero de Miñón, declaró ayer en TVE que en el acuerdo entre su grupo 3, el socialista participó Eduardo Martín Toval, diputado socialista catalán.
'Marcar un gol'
Aquella versión, sin embargo, se contradice con otras fuentes socialistas catalanas que, según recogía ayer La Vanguardia, sí dijeron conocer la personalidad de Artigas antes de votar, aunque incurrían en el error de afirmar que el PSOE y AP sólo habían pactado el número de consejeros de cada partido. "Si Alianza ha querido perder un consejero en favor de la Minoría Catalana, éste es su problema, aunque se demuestra que entre Convergència y AP existe un pacto político", afirmaron aquellas fuentes.
Miquel Roca, por su parte, negó en declaraciones al mismo diario que hubiera "marcado un gol a nadie", por cuanto Artigas es bien conocido por los principales dirigentes políticos y de televisión. "Su nombre fue propuesto hace cinco meses y lo primero que se hace en estos casos es mirar su filiación política". En realidad, el PSOE conoció los nombres propuestos a mediados de abril. Roca añadió que estaba muy agradecido tanto a AP como al PSOE por hacer posible que un representante de la Minoría Catalana se sentara en el Consejo de Administración: "Los dos partidos comprendieron que en el consejo tenía que haber un representante nuestro, por ser la tercera fuerza parlamentaria". Roca añadió ayer que se estaba magnificando un simple mal entendido y que la elección de Pere Artigas era firme.
Artigas, por su parte, declaró que no entendía ni comprendía nada de lo que había sucedido. Explicó que en noviembre Miquel Roca le preguntó si podía contar con él para ocupar un puesto en el consejo de RTVE: "Yo le dije que sí y después no tuve más noticias del tema hasta el pasado miércoles, cuando Roca me telefoneó comunicándome la elección". El ex jefe de prensa de CDC añadió que él era un profesional de los medios de comunicación por lo que no deseaba hacer valoraciones políticas de lo sucedido, tan sólo agradecer a Coalición Popular y PSOE el haberle votado.
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