La Cruz Roja denuncia prácticas inhumanas de Irán e Irak con los presos de guerra
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha hecho llegar un informe a los 154 países signatarios de las Convenciones de Ginebra poniendo en evidencia los atropellos y las violaciones del derecho internacional humanitario, prácticas "graves y repetidas" de las que no se libran tanto las autoridades de Teherán como las de Bagdad, desde que comenzó la guerra irano-iraquí, hace aproximadamente dos años y medio.Para justificar su denuncia, el CICR argumenta que sus delegados no encuentran más que obstáculos y dificultades a la hora de ejercer sus funciones de "protección y asistencia" a las víctimas del. conflicto. Los prisioneros de guerra, sostiene el CICR, no gozan de las más elementales garantías de seguridad. En ambos países se practican las ejecuciones sumarias, dice, se abandona a los heridos en los campos de batalla y se continúan bombardeando indiscriminadamente poblaciones.
En Irán, las violaciones son flagrantes, según ha podido establecer el CICR de fuentes "seguras y verificables". Teherán, que reconoce haber capturado entre 45.000 y 50.000 prisioneros de guerra iraquíes, sigue denegando a los delegados del CICR el simple derecho de visita. Las arbitrariedades y los atropellos son constantes y el CICR asegura que los soldados iraquíes capturados por las tropas del ayatolah Jomeini "están siendo sometidos a presiones ideológicas y políticas".
En Irak, el número de prisioneros de guerra iraníes es mucho menor, unos 6.800 a primeros de marzo, según el CICR. El principal reproche es que los familiares de los detenidos han encontrado serias dificultades, y continúan teniéndolas, para cartearse y entrar en contacto con ellos. Es más, el CICR mantiene que le han sido "deliberadamente ocultados" centenares de prisioneros iraníes desde que comenzó la guerra, víctimas de los malos tratos.
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