Un sector del PSUC propone apoyarse en CIU para conservar alcaldías barcelonesas
En el Comité Central del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC), que se reúne mañana, se confrontarán dos posiciones: la de los partidarios de conservar el máximo de alcaldías aunque sea pactando con Convergència i Unió (CiU) y contra los socialistas, y la de quienes prefieren anteponer el pacto preferente con el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), pese a que ello suponga la pérdida de varias ciudades que hasta el domingo tuvieron alcalde comunista. La predisposición de CiU a apoyar a los candi datos comunistas fue confirmada ayer por el presidente del comité comarcal de Convergència en el Baix Llobregat. En esta comarca son especialmente fuertes los comunistas partidarios de conservar alcaldías aunque sea rompiendo con los socialistas.La Comisión Ejecutiva del PSC, reunida ayer, acordó que sus concejales apoyen para la alcaldía al candidato de izquierdas mejor situado, y reclama del PSUC el mismo trato. Los socialistas abrirán negociaciones con comunistas y con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
Los dirigentes comarcales del PSUC en el Baix Llobregat parecen dispuestos, según distintas fuentes, a presionar al Comité Central para que acepte estos apoyos, con el argumento de que estas alcaldías son fundamentales para la recuperación del partido y para afrontar con esperanzas las elecciones autonómicas de 1984, y que el PSUC debe dejar de ir a remolque de los socialistas.
Sin embargo, fuentes de la dirección comunista restaron importancia a estas actitudes: "El PSUC tendrá una actitud única para toda Cataluña. Nosotros no somos Esquerra Republicana, que pacta una cosa aquí y otra allá", precisaron después de reconocer que existe en el partido esa tendencia. En opinión de estas fuentes, el Comité Central abogará por un pacto general con el PSC, aunque con condiciones (un programa y reparto de responsabilidades). "Un pacto que, en definitiva, beneficiará más a los socialistas", opinaron. "Ahora bien, si ellos no quieren este pacto global, entonces que se atengan a las consecuencias", añadieron. Un dirigente comunista se mostró partidario de mantener una "política de principios", aunque eso suponga ir con el lirio en la mano. Hay unas señas de identidad que no se pueden perder".
En cuanto a Alianza Popular, propondrá a Convergència un pacto global para gobernar juntos ayuntamientos y diputaciones (las de Lérida y Tarragona), aunque sus dirigentes son conscientes de que no tendrán más remedio que apoyar a los candidatos de CiU pese a no obtener nada a cambio: "Nuestro enemigo es el socialismo", se justifican en AP. De todas formas, apelarán a la responsabilidad de CiU para que estos pactos sean posibles. Convergència, por su parte, está abierta al pacto con AP si sirve para aupar a las alcaldías y a las presidencias de diputación a los candidatos convergentes, pero no al revés. Esquerra, por su parte, cuyo margen de maniobra es muy limitado, dejará a cada comité local que decida.
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