La comisaría, a las siete de la mañana

Quiero expresar mi opinión de que, si bien en este país han cambiado muchas cosas en los últimos años, estos cambios no siempre tienen la adecuada traducción en el terreno de los hechos. Una ciudadana, la abajo firmante, que padeció el robo de un bolso de viaje con sus documentos personales y otros objetos, como una cámara fotográfica, un reloj, pendientes, etcétera, hizo gala de sus deberes sociales e intentó cursar la correspondiente denuncia en la comisaría pertinente. Con la habitual confianza que caracteriza al español respecto a sus instituciones, y para no perder horas de trabajo para la susodicha denuncia, tuve a bien telefonear previamente a la comisaría del dlistrito para confirmar el horario de las denuncias. La contestación fue rotunda: "Señorita, la comisaría tiene su servicio de guardia albierto las 24 horas del día". Fui a, las 7,30 horas del día 6 de abril, y cuál fue mi sorpresa cuando el agente de la puerta me dijo que esperaría unos instantes mientras avisaba al funcionario de guardia. Evidentemente, no había nadie más a quien atender en todo el local. Evidentemente, pasaron tres cuartos de hora. Evidentemente, volví a dirigirme al agente de la puerta para expresarle mi inquietud. Volvió a entrar, y al salir me comunicó que no era posible atenderme hasta las nueve.Yo me pregunto si el funcionario estaba durmiendo con la orden de no ser mol.estado si el denunciante no aparecía con catorce puñales clavados en el estómago, o si el sistema de trabajo de las comisarías es tan duro que a un mismo funcionario se le exigen tantas horas que necesita dormir en su tiempo de guardia. De todas maneras, es altamente desmoralizador sentirse digna de tan poca consideración después de que se nos hincha la cabeza diciéndonos lo importantes que somos a la hora de pagar los impuestos, a la hora de votar, a la hora, en resumen, de cumplir con nuestros deberes. /