Previsible aumento de las tarifas eléctricas a partir del próximo septiembre, tras la realización de auditorías
El ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, admitió ayer una previsible subida de tarifas eléctricas a partir del próximo septiembre, en función del incremento de los costes financieros de las empresas productoras y previa ejecución de auditorías en las mismas. Estas auditorías que, según el ministro, deberán estar acabadas para el próximo otoño tienen por objeto dar un "respaldo público" a la nueva tarifación que debe ser "rentable sin que ello sea costoso para el consumidor"
Esta subida de las tarifas, que sigue a la nacionalización de la red de alta tensión acordada la semana pasada entre la Administración y las seis grandes compañías del sector eléctrico, no está relacionada ni con la evolución de salarios laborales ni precios de combustibles. La deuda exterior de las empresas eléctricas, que fuentes solventes calculaban a finales de 1982 en aproximadamente un billón de pesetas, debido a la depreciación experimentada por la peseta respecto al dolar, está, según Solchaga, influyendo ya en la tarifación del sector.La subida de las tarifas será la necesaria para garantizar el saneamiento financiero de las empresas, señaló Solchaga, para quien la nacionalización de la red de alta tensión se le traducirá al consumidor en la "optimización" en el conjunto del sistema eléctrico, afectado actualmente por la falta de orden en diversos campos. Según el ministro, el consumidor se beneficiará de la producción de la energía necesaria al coste más barato posible. El kilowatio/hora, señaló, será más barato en origen de producción y su coste será menor que hasta ahora.
La nacionalización de la red de alta tensión, la única prevista en el programa electoral del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), no es, según Solchaga, de "carácter ideológico", sino "técnico". La inclusión de una cláusula en el protocolo de la nacionalización, en la que se asegura que no habrá otras nacionalizaciones, se hizo a propuesta de la Administración con objeto de dar una certidumbre a los inversores en bolsa y no fue objetada por las empresas eléctricas. La negociación con estas empresas ha sido, según el ministro, "elegante y fácil" y no ha tenido problemas especiales.
Solchaga se negó a dar una cifra sobre el precio y modo de pago definitivo de la nacionalización y explicó que ésta cubre entre un 90% y un 95% de la red de 400 kilovoltios y el 60% de la red de 220 kilovoltios y que se ha de llegar aún a un acuerdo sobre el sistema de valoración de la red nacionalizada.
Buena acogida al gasoducto africano
Por otra parte, la propuesta española de construir un gaseoducto para abastecer a Europa a partir de Africa ha encontrado el "respaldo absoluto" de EE UU y buena acogida por parte de la República Federal de Alemania y Francia, así como un interés en el seno de la Agencia Internacional de Energía, donde ha sido presentado el pasado fin de semana, dijo Solchaga.El Ministerio de Industria y Energía espera contar antes de finales de año con un estudio de viabilidad (económica, de ingeniería y financiación) suficientemente documentado del proyecto, que preve una inversión de 10.000 millones de dólares y que está relacionado con las conversaciones hispano-argelinas con objeto de renegociar el contrato de suministro de gas, señaló Solchaga. Se encuentran actualmente en revisión estudios previos sobre la factibilidad del paso del tramo sumergido del gaseoducto por el estrecho de Gibraltar, que fueron realizados en 1980 y 1982.
Solchaga señaló que la propuesta española no se configura como una alternativa al gasoducto soviético, ya que a partir de la próxima década la demanda de gas en Europa hará posible la coexistencia del suministro de gas siberiano con otras fuentes de aprovisionamiento. El papel de España en el gasoducto africano, considerado como un proyecto de cooperación Norte-Sur, es "limitado" y "no protagónico", dijo el ministro, quien valoró la importancia estratégica de que España sea un lugar de paso intermedio en el trazado del gasoducto, lo que se consigue mediante el trazado procedente de Africa, y no una terminal como sucede si se tiene en cuenta un suministro de gas a partir del norte de Europa y la URSS. El ministro manifestó que se intensificarán los contactos bilaterales para estudiar los problemas políticos que puedan afectar al proyecto y que la utilización del gas en España forma parte de la política de diversificación energética.
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