Las Vulpes y la derecha divertida
Me entero, divertida, de la nueva polémica que los aliancistas y sus aledaños periodísticos han hecho surgir a propósito de una canción de Las Vulpes. Si no estuviera ya acostumbrada a sus continuos latigazos de desfase cultural prehistórico, me sorprendería.Pero ¿qué se puede esperar de señores que pretenden llevar a la cárcel a los que se esterilicen voluntariamente, porque el cuerpo de cada uno también es un bien social? ¿Qué se puede esperar de todo un abogado, diputado, que teme que cualquier muchachito va a cambiar sus órganos sexuales para librarse del servicio militar? ¿Qué puede esperarse de un grupo ideológico que pretende mantener la supuesta ventaja del antiguo Código Penal referente a los delitos con desprecio de sexo como agravante, que no es más que una velada discriminación? Y tantas cosas más. De verdad que algunos de los mejores ratos de mi vida los estoy pasando oyéndolos en el Congreso. Ni Tip y Coll.
Respecto a la aberrante canción de Las Vulpes, yo no la oí, pero la he leído transcrita en un periódico. No la encuentro nada extraño. Mis hermanos (19 y 20 años) sí asistieron a su programación y me contaron que se rieron mucho. Por otra parte, si la canción está en la calle, ¿por qué no en TVE?
Señores conservadores, los jóvenes oímos estas cosas desde hace mucho tiempo y, al parecer, estamos bastante más maduros que ustedes, porque no nos escandalizamos. Nos reímos. Es nuestro lenguaje. Un lenguaje libre que llama a las cosas por su nombre y al que le gusta provocar a las mentes embrutecidas y cerradas. Está visto que se logra. Es que somos listos, más libres cada día y jóvenes.
De todas formas, señores defensores de los valores eternos, gracias. Gracias porque me divierto mucho con ustedes. Los humoristas pueden estar tranquilos: el Gobierno ya no les inspira, pero con la oposición tienen el pan asegurado. Por cierto, ¡viva la libertad de expresión!/
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