Peligrosa situación de tensión entre los vecinos de Vicálvaro y una comunidad gitana
Miles de vecinos de Vicálvaro cortaron en la tarde de ayer, por sexto día consecutivo, las carreteras que unen al barrio con los de Canillejas y Quintana, como forma de presión para que las autoridades tomen medidas respecto a la comunidad gitana que, en el plazo de dos o tres años, ha ocupado una amplia extensión de terreno a lo largo de la avenida de Daroca. Los vecinos acusan a los gitanos de ser los responsables de los cientos de robos que se cometen en el barrio.La situación es muy tensa y puede degenerar en un estallido de violencia. Se han producido ya enfrentamientos menores y sectores de ambas comunidades se han amenazado mutuamente.
Entre los vecinos circulan historias, comprobables con nombres y apellidos en muchos casos, de supuestas fechorías protagonizadas por los gitanos. El caso más claro de los conocidos es el de un vecino, que prefiere no facilitar su nombre ni dirección, al que le han robado su furgoneta en tres ocasiones -apareció siempre posteriormente medio desguazada-. La última vez, hace apenas una semana, logró recuperar su vehículo, cuando, circulando en un taxi por la M-30, le reconoció, a pesar de que le habían cambiado la matricula. Iba conducida por un gitano. El vecino avisó a la policía y logró recuperarla.
Un portavoz de la asociación de vecinos declaró ayer que los vecinos quieren que la policía preste una mayor protección y vigilancia en el barrio, que se investigue la forma de vida de los gitanos y que se expulse de allí a los que se demuestre que actúan ilegalmente.
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