Fraga cerró la campaña en Cataluña, afirmando que AP es la alternativa a la España "rota y marxista".
"Somos la alternativa a la España rota y marxista". Estas palabras, de Manuel Fraga Iribarne, líder de Alianza Popular, fueron ovacionadas por 5.000 personas que llenaron completamente el Palau Blaugrana, en el mitin que cerraba la campaña electoral de la coalición formada por Alianza Popular, Partido Demócrata Popular y Unión Liberal. Las líderes de estos-dos últimos partidos, Óscar Alzaga y Pedro Schwartz, también se desplazaron a Barcelona e intervinieron en el acto. Con anterioridad, Fraga viajó a Gerona, donde se produjeron unos pequeños incidentes, provocados por un grupo de jóvenes que reclamaron a voces que se hablara en catalán.
Eran las 20. 10 horas cuando Fraga entraba en el recinto barcelonista, entre vitores, ondear de banderas, besos, abrazos y apretujones. Subió a un inmenso estrado y comenzó un largo mitin de más de dos horas de duración, en el que intervinieron Joaquim Bombí, candidato al Senado, Alexandre Pedrós, candidato a la alcaldía de Barcelona, Domènec Romera, Miguel Angel Planas, Pedro Schwartz y Oscar Alzaga. Por fin, una horas después, Fraga se acercó a los micrófonos ante la expectación de sus militantes y simpatizantes.El líder aliancista, visiblemente cansado y muy afónico, comenzó citando a Antonio Maura: "La política da grandes disgustos y cada día hay que tragarse muchos sapos, pero hoy siento una gran satisfacción al ver reunido aquí al pueblo, al auténtico pueblo de España". Fraga, casi carismático para los asistentes, se permitió contar el chiste de rigor para explicar después que "el 8 de mayo todos somos conscientes de que: se discute mucho más que unas simples elecciones municipales, se discute una idea de España, un modelo de sociedad, el camino de un proceso político".
Fraga hizo un canto a la unidad de España: "Hemos de intentar dar nuevos pasos para ordenar la convivencia política de los españoles, evitando, de una vez por todas, la violencia y el infame y criminal terrorismo. No podernos permitir que miembros de las Fuerzas de Orden Público sean encadenados y vilmente asesinados". Seguidamente, criticó a Felipe González, sin citarlo: "No se puede decir un día que es malo entrar en bloques militares y luego, en Bonn, hacer buenos los misiles. Ni tampoco se puede tolerar que los candidatos sean tratados a botellazos por los que están en el machito y no quieren bajarse de él".
Los problemas de su voz y de la megafonía impedían que las palabras de Fraga llegaran con nitidez, pero él siguió: "No nos resignamos a la decadencia económica de España. No queremos que sea tercermundista. Queremos levantarla. No queremos el despilfarro público ni las bufonadas de Alfonso Guerra".
Visión apocalíptica de la economía
Fraga dijo que la España actual está rota, es fría y aburrida. Acusó a los Ayuntamientos socialistas de "cambiar solamente los nombres de las plazas, subirse los sueldos y arruinar a las haciendas practicando una política urbanística de presión". Planteó una visión apocalíptica de la situación económica: "La economía se está hundiendo y los bancos están sin dinero por culpa de huelgas salvajes". Finalmente, insistió sobre su teoría sobre la mayoría natural: "Somos la segunda fuerza política y llegaremos a ser la primera muy pronto".
Óscar Alzaga, presidente del Partido Demócrata Popular aseguró en una conferencia de prensa previa que "la disposición de nuestro partido es que se mantenga la coalición con Alianza Popular y la Unión Liberal en las elecciones generales de 1986". "Nosotros somos personas serias y vamos a cumplir lo que firmamos durante lo que queda de legislatura, en los gobiernos de las 13 comunidades autónomas y en los ayuntamientos".
Preguntado por las reiteradas declaraciones de Fraga sobre la posibilidad de que éste se retire de la política o del liderazgo de AP, Alzaga afirmó que "todo son malas interpretaciones" y que "entre Fraga y yo no ha habido ninguna divergencia. Todos estos rumores demuestran un afan de buscar divergencias donde no existen".
Alzaga hizo una valoración positiva de las virtudes de Miquel Roca Junyent como hombre público: "Pero no nos hemos planteado la operación centro como una alternativa a la coalición de la que formamos parte. En las anteriores elecciones ya sostuvimos que se había de formar un gran frente y estamos más preocupados por ensanchar ese frente que de destruirlo".
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