Siete años de cárcel para el sacerdote integrista español que intentó matar al Papa en Fátima
Juan María Fernández Krohn, el sacerdote integrista español de 33 años que el 12 de mayo de 1982 intentó asesinar al Papa en Fátima condenado ayer a siete años de cárcel. El tribunal de Vilanova de Ourem consideró a Fernández Krohn culpable de un crimen de homicidio con premeditación contra un jefe de Estado extranjero, y le atribuyó la condena de seis años y medio de prisión mayor.El tribunal dio por probado que únicamente la intervención de la policía portuguesa impidió a Krohn matar a Juan Pablo II. Por tenencia y utilización ilícita de un arma de guerra, una bayoneta de 37 centímetros de largo, Krohn fue castigado con otros diez meses de cárcel, quedando las condenas unificadas en una pena de seis años y medio.
Cuando oyó la sentencia, Juan María Fernández Krohn avanzó hacia el juez en actitud amenazadora y gritó: "No juzgasteis a los que derramaron sangre en África. No tenéis derecho a juzgarme. ¡Títeres, asesinos, comunistas!"
Los guardias le arrastraron a la fuerza fuera de la sala de audiencia. Este gesto culminaba una serie de actitudes de desafio adoptadas por Fernández Krohn desde el inicio del proceso, en octubre de 1982, y que contribuyeron a agravar su situación.
Sin atenuantes
Los motivos religiosos invocados por el joven cura integrista que fue discípulo del obispo rebelde francés Marcel Lefebvre, no fueron considerados como atenuantes. Su argumentación consiste en afirmar que en la cúspide de la Iglesia católica se ha inflitrado el mal, que hay que erradicar a toda costa.En una entrevista publicada por este diario el pasado otoño, el mismo día en el que comenzaba el primer juicio al que Fernández Krohn fue sometido, el sacerdote madrileño afirmó que "Karon Wojtyla es el resultado de un pacto entre el cardenal Wyszinski, de la Iglesia polaca, y el KGB".
Según Fernández Krohn, a quien los jueces enviaron entonces ante expertos en psiquiatría para determinar su grado de salud mental, tal pacto intentaba conciliar catolicismo y comunismo, en un intento que calificaba de "demoniaco".
En aquella ocasión, el sacerdote integrista madrileño aseguró que había intentado atravesar el corazón del Papa con una espada, para seguir las previsiones bíblicas.
En proceso sumarial celebrado hora y media después de la lectura de la primera sentencia, el Tribunal de Vilanova de Ourem condenó a Juan Fernández Krohn a siete meses de cárcel y 15.000 pesetas de multa por "insultos a magistrados en el ejercicio de sus funciones".
Fernández Kron llevaba ayer la misma sotana verde, cruzada en el pecho con una ancha banda roja, que vestía en la segunda audiencia, el 21 de abril último. Al entrar en la sala del tribunal y durante la lectura de la sentencia trató de erigirse en acusador de sus jueces. "No acepto estas sentencias. A los ojos de Nuestra Señora, madre de Dios, soy inocente", gritaba Krohn, dirigiéndose a los periodistas presentes en la sala del juicio.
Cuando quisieron llevarlo de nuevo delante de los jueces, amenazó con desnudarse en plena audiencia y empezó a quitarse la ropa en el calabozo del tribunal. El presidente decidió entonces prescindir de la presencia del acusado debido a "su comportamiento marcado por repetidas actitudes perturbadoras". El abogado que lo había defendido de la acusación de homicidio se negó a seguir haciéndolo, y hubo que nombrar a otro defensor de oficio.
Antes de subir al coche que lo llevó de nuevo para la cárcel de Lisboa, Fernández Krohn se dirigió por última vez a los periodistas y a un centenar de personas presentes gritando: "Viva Portugal católico, muera el 25 de abril, muera Roma".
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