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Reportaje:ELECCIONES DEL 8 DE MAYO / MADRID

La desconfianza hacia los partidos, principal causa de la proliferación de candidaturas sin etiqueta política

Más de 150 candidaturas independientes se presentan en la provincia de Madrid a las elecciones municipales del 8 de mayo. Tienen dos únicas características comunes: su idea básica de que el gobierno de los ayuntamientos requiere soluciones pragmáticas, que a menudo entran en contradicción con los condicionantes que sufren los concejales sometidos a disciplina de partido, y su reclusión voluntaria en el marco de la política puramente localista, sin manifestar preocupación alguna por los grandes temas sociales, como el aborto o la OTAN, que trascienden ese ámbito. Consentidas o animadas desde la derecha, sus principales oponentes son los partidos de ízquierda, a quienes no gusta la presencia de gentes que atentan contra uno de los aspectos de su bagaje. ideológico: la presunción de que los cambios sociales sólo pueden realizarse a través de la estructuración y organización de la sociedad en partidos políticos.

Al margen de esta consideración, se ha podido constatar, con algunas excepciones, que la mayoría de las candidaturas independien tes que alcanzaron el triunfo en las pasadas elecciones municipales de 109 se revelaron después como defensoras de planteamientos derechistas, tanto en sus actuaciones concretas -permisividad con las empresas constructoras- como en su forma de entender la gestión municipal, basada en el autorita rismo. La izquierda sostiene que los supuestos independientes son en realidad personas ideológicamente de derechas que enmascaran de esta forma su aversión hacia el sistema de partidos.Los dos casos más sonados de incompetencia y autoritarismo en la provincia, los de Algete y Talamanca del Jarama, fueron protagonizados por alcaldes supuestamente independientes. En el primero de ellos, los vecinos, cansados de la arrogancia- del alcalde, llegaron a ocupar el Ayuntamiento. En el segundo, el alcalde y un concejal de AP se quedaron solos, por el abandono, como acto de protesta, no sólo de los restantes cinco concejales sino también de los que les seguían en las listas que presentaron igualmente su dimisión a medida que corrían los puestos. En 1979, Algete y Talamanca contaron con la presencia de dos candidaturas independientes cada uno. En 1983 no figura ninguna, y son sólo los grandes partidos los que compiten por la alcaldía. El ex alcalde de Talamanca, Paulino Vázquez, repite suerte, pero ya adscrito a Alianza Popular.

Hubo otro importante factor en los comicios de 1979 que explicaba el recelo de la izquierda hacia los independientes: el hecho de que la legislación no contemplara fórmulas para obligarles a dimitir. Sólo los partidos tenían fuerza para obligar a un concejal, si fuera necesario, a presentar la renuncia. Para hacer lo mismo con un alcalde o concejal independiente, sólo cabe la vía de presentar denuncia ante los tribunales, por algún hecho constatado que pruebe que se ha vulnerado la ley. Pero los vecinos de los pueblos pequeños, que son los únicos en los que los independientes tienen posibilidades de alzarse con el triunfo, no la han utilizado nunca. Ahora, con la sentencia del Tribunal Constitucional, ningún concejai puede ser removido de su cargo por el partido al que pertenezca, y la situación se ha igualado.

El Movimiento de Izquierdas de Alcalá (MIA), promovido por los concejales de la extinta Organización Revolucionaria de Trabajadores Luis Suárez y Juan Arriola, en Alcalá de Henares, es un casó atípico, en el que la formación de la candidatura se ha hecho desde la crítica a la excesiva moderación de socialistas y comunistas. Luis Suárez, abogado laboralista, número uno de la lista, define así la situación: "La izquierda ha tenido en el Ayuntamiento una actuación demasiado mojigata. Han cometido graves errores y no han permitido lo único que puede asegurar una gestión transparente, que es la participación ciudadana en la gestión municipal. El MIA se ha formado partiendo de la organización horizontal de los movimientos de base, asamblearios y sin dirígismos, porque creemos que es la mejor fórmula que se puede aplicar a nivel municipal, y tenemos contactos estrechos con grupos juveniles, ecologistas y pacifistas, entre otros".

Para los independientes, el sistema de partidos es bueno a la hora de conducir la política nacio nal, pero presenta graves deficien cias al traspasarlos al plano local. Antonio Gálvez Jiménez, promo tor de la candidatura Indepen dientes de Alcalá, concejal de UCD en este mandato que acaba de finalizar, recibió las amonesta ciones de su partido cuando votó con la izquierda para urgir a la Administración Central el inicio de las obras del hospital comarcal, y reafirmó su actitud al participar en la manifestación convocada por socialistas y comunistas por el mismo tema. "A mí lo que me preocupan son los problemas del pueblo", afirma Gálvez, "al mar gen de las tácticas de los partidos de desprestigiarse o entorpecerse unos a otros. Supongo que los de más concejales de UCD estaban también conformes, pero votaron en contra por disciplina de partido. Tampoco los socialistas se sal van del mismo error. A lo largo de estos cuatro años he comprobado sus intereses partidistas y la falta de transparencia en la gestión cuando les interesaba ocultar he chos que no les beneficiaban".

De la misma opinión es Juan Francisco Lorenzo Mendoza, ex concejal por el tercio familiar, actual concejal ucedista en el Ayuntamiento de Fuenlabrada. Conocido por su oposición al alcalde franquista, sus críticas fueron tan constantes y demoledoras que aquél acabó por presentar la dimisión. Lorenzo Mendoza le sucedió hasta las elecciones de 1979. Hoy, desengañado por la "gestión partidista de los socialistas, intento recoger los votos de los ciudadanos que no quieren extremismos de ningún tipo. Nuestro programa se dirige a los pequeños empresarios, parados, comerciantes, jóvenes, etcétera, y nuestra promesa es que gobernaremos en interés de todos los vecinos, sin fijarnos en rojos o azules. No queremos que Fuenlabrada sea un campo de lucha de izquierdas y derechas. Ofrecemos unidad y solidaridad".David contra GoliatJosé Luis Rodríguez, candidato al Ayuntamiento de Pinto, regido por un alcalde comunista, sostiene el mismo criterio: "Aquí hay concejales cuya forma de actuar no se corresponde con los programas de los partidos que representan. En nuestra candida tura hay miembros de diferente ideología, y no nos importa, por que hemos visto que el sistema de partidos no funciona bien en el go bierno local de municipios más o menos pequeños. Nosotros no queremos ser los representantes de ningún partido".

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Como todos los integrantes de candidaturas independientes, An tonio Gálvez, Lorenzo Mendoza y José Luis Rodríguez pagarán la campaña de su propio bolsillo, y ellos mismos distribuirán la propa ganda. Esta condición del David independiente contra el Goliat que repre sentan los aparatos de parti dos no parece constituir un freno, sino un acicate, tal vez por lo que tenga de romántico la lucha contra el poderoso.

La otra característica común a todas las candidaturas independientes es la de limitar su campo de actividades a los temas estricta mente localistas, actitud que la iz quierda califica simplemente como una estrechez de miras. Pero tam bién es cierto que no se puede ha cer la política de la misma forma en un pueblecito agrícola de 200 habitantes, que en una gran ciu dad o en un pueblo-dormitorio. José María Cárdenas Verdugo, integrado como independiente en la candidatura socialista en Daganzo de Arriba, 1.200 habitantes, lo explica así: "En pueblos de este tipo, la política de partido choca mucho a la gente. Aquí los problemas son tan concretos que cualquier perso na que tenga voluntad y no defien da intereses privados puede hacer una buena gestión, y todo lo que parezca votar por disciplina de partido suena mal".

Jesús Pérez Sánchez, de la Can didatura Independiente de Estre mera, cita la construcción de un hogar de ancianos, buscar nuevas captaciones de agua, y cosas de parecida entidad, como los problemas más urgentes del pueblo, "y para resolverlos no son imprescin dibles los partidos". Partiendo de estos datos, no es extraño que los independientes se presenten sobre todo en las pequeñas y medianas localidades, ubicadas precisamente en las zonas que tradicionalmente han merecido menos atención por parte de la Administración. La inexistencia de vida política local, la debilidad de los partidos en los pueblos y un firme sentimiento de que "de los pueblos no se acuerda nadie más que a la hora de pedir el voto", han originado un rechazo visceral hacia la gente de fuera y un sentimiento de preferencia para que sean los vecinos menos comprometidos políticamente los que asuman el papel de elegibles. En Valdemorillo, por ejemplo, las cuatro opciones que se disputan la alcaldía exhiben este carácter.

Intereses concretos

Al margen de estas líneas generales, los independientes pueden surgir por cualquier problema concreto. El caso más espectacular, posiblemente, sea el de la Candidatura Social Democrática Independiente de Getafe, formada por miembros de las cooperativas que construyen actualmente 4.000 viviendas en el denominado Sector 3. Tomás Villalón, después de advertir que una reciente asamblea de cooperativistas estudió la posibilidad de retirarse, declara: "No nos llevamos mal con el Ayuntamiento socialista, pero estamos metidos en un proyecto muy importante para nosotros, tenemos problemas con los créditos y consideramos que si entramos en la corporación tendríamos más fuerza para hacer valer nuestros intereses, y para impulsar el movimiento cooperativista en general". En esa misma línea se inscribe la presentación de la Candidatura Independiente Agrícola-Ganadera, en Valdemorillo. Su nombre lo dice todo.

Hay tantos programas y talantes diversos, como candidaturas independientes. Por eso, la gran sorpresa en estas elecciones ha sido la concurrencia a las mismas de la Agrupación Acción de Electores Independientes, promovido por el concejal de Brea del Tajo y diputado provincial de UCD Gregorio Castaños, candidato también a los comicios autonómicos, que presenta listas en unos 90 municipios, aunque no en todos con dichas siglas. Gregorio Castaños desmintió rotundamente que los independientes puedan ser calificados, sin más, de derechistas: "Es curioso que la derecha también diga que estamos promovidos por la izquierda. Los independientes son personas muy afincadas en sus pueblos, y esa es nuestra única definición; las causas que explican nuestra agrupación es la experiencia acumulada en estos cuatro años por concejales y vecinos de muchos pueblos diferentes, que han visto desatendidos sus problemas por los grandes partidos, en general, ' por lo que decidimos autoorganizarnos. Los grandes partidos son imprescindibles en la política nacional, pero pueden incluso llegar a ser perjudiciales en los ayuntamientos".

"Nuestros programas son diferentes, de acuerdo con los problemas de cada localidad", señala Castaños, "pero tienen unos puntos comunes. El más importante es la reivindicación de que, hasta 1987, las transferencias económicas de los Presupuestos Generales del Estado a los ayuntamientos pasen del 8% actual al 22%, en línea con otros países europeos. En el tema autonómico la petición es similar; la cuota asignada a la región por el Fondo de Compesación Territorial no se corresponde con los impuestos que pagamos los madrileños ni el subdesarrollo de algunas comarcas".

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