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Luis Río Barrero, el cartero que llega en barca

Está convencido de que la culpa de que su trabajo sea un tanto insólito la tienen quienes diseñaron el embalse de Salime, porque en 30 kilómetros no construyeron ningún puente. Y esto, además de que "arruinó a una parte del municipio al dividirlo en dos sin ningún punto de contacto", le obliga a utilizar diariamente una barca, para poder hacer el reparto del correo a los pocos vecinos que todavía siguen negándose a abandonar las no más de cuatro aldeas que permanecen habitadas al otro lado del pantano.

Luis Río Barrero, funcionario de Correos, se ha comprado hace algo más de un año una lancha fuera borda para repartir la correspondencia. Para él el trabajo no resulta duro ni penoso, y cuando se le dice que, posiblemente sea el único cartero de España que utiliza la barca para repartir, re cuerda que "esta profesión es muy difícil en la provincia de Lugo, por sus características. Tengo entendido que hay otros cinco compañeros que reparten a caballo".Llegar a Negueira de Muñiz su pone casi una aventura. Antes de iniciar el viaje conviene saber si los puertos del Acebo y Pedras Apañadas, que permanecen cerrados a causa de la nieve casi la mitad del año, están transitables. El resto de las dificultades vendrán dadas por las estrechas carreteras que discurren entre precipicios de más de 400 metros, al fondo de los cuales, y a medida que uno se aproxima a la villa, puede verse el embalse. En los 28 kilómetros entre Fonsagrada y la villa lo más fácil es no encontrarse un sólo coche en la carretera.

Negueira de Muñiz es el último municipio de la provincia de Lugo antes de llegar a Asturias. De ahí que sus habitantes estén un tanto identificados con la cultura y costumbres asturianas, adoptando entre otras innovaciones un lenguaje que es mezcla del gallego y el bable y siguiendo las informaciones de televisión a través del centro regional asturiano y no del del Galicia. Luis Río nació hace 56 años en esta pequeña villa. Hoy, junto a su mujer e hijos, vive en una de las casas más modernas del núcleo urbano, en la que puede encontrarse el único teléfono, el servicio de Correos, un bar y un pequeño restaurante.

Alcalde y cartero

En el franquismo, y durante nueve años, Río Barrero fue alcalde de Negueira de Muñoz. Todavía hoy se recuerda su brillante gestión. Y eso que "eran tiempos difíciles para conseguir cosas Mire: nosotros teníamos un presupuesto de 600.000 pesetas y sólo el alguacil cobraba más de 400.000. Menos mal que se jubiló. Esto casi no se conocía y, sin embargo, con seguí que se asfaltase la carretera desde Fonsagrada y traer el único teléfono que todavía tenemos. Por los pocos habitantes era muy difícil sacar subvenciones".Su cargo de alcalde no influyó en la concesión del servicio de Correos. "Mi padre fue cartero durante 52 años. Creó esta cartería y hasta trabajó sin sueldo. Por este motivo, yo nací en esto, como mi hijo pequeño, que me acompaña en el reparto. Ésta fue siempre mi ilusión".

Cada día, a las nueve de la mañana, Luis Río comienza la recogida del correo en la villa de Negueira. Más. tarde le será retirado por quien sobre las dos de la tarde volverá a entregarle una saca con no más de 40 cartas para que las reparta en la zona que le fue asignada.

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"Mi trabajo antes", recuerda, "era más fácil porque no tenía que repartir al otro lado del embalse. Pero se jubiló el que venía haciendo este servicio y vino a verme un inspector, que me dijo que me quedaba asignado a mí porque no podían poner a más gente. Pero entonces tuve que plantearme el comprar una barca, que me costó 160.000 pesetas. Ya me dijeron que Correos no me daría nada para la barca, pero ahora voy a solicitar que me paguen algo para la gasolina".

Todos los días, sobre las tres de la tarde, siempre con su fiel perro Trosky, y en ocasiones con su hijo Luis, de tres años, baja dos kilómetros de caminos desde su casa hasta el pantano y comienza en su embarcación el reparto, aguas arriba, hasta las siete de la tarde.

"Vengo haciendo unos 10 kilómetros. Pero a veces los hago sólo para llevar una carta o un paquete. Hoy mismo iré a Ernes, en donde sólo viven tres personas, y a Foxo, en donde queda un hombre de edad que pronto se marchará también. El resto de mi zona incluye a poco más de una docena de personas que viven en comunas agrícolas en Vilar, Barcela, Villauxín y Cancio. La correspondencia no es mucha, pero si hay una carta, hay que llevarla. Si no tuviese la barca, me sería imposible hacer el reparto, y sin motor no lo haría en menos de diez horas".

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