'El moderno Sherlock Holmes', la fantasía de Keaton

Viendo cronológicamente las películas de Buster Keaton es fácil apreciar su progresivo aprendizaje del tratamiento exacto de un gag y su valor para ir adentrándose por terrenos más delirantes. El moderno Sherlock Holmes es, con respecto a las anteriores, una película de más libre imaginación, en la que la lógica se pierde gracias a la justificación de un sueño.Buster Keaton, pobre proyeccionista en esta ocasión, sueña con ser detective; las imágenes de la pantalla despiertan su imaginación invitándole a atravesar la pantalla, y así lo hace, en uno de los más originales trucos visuales de la época (1924).

Elogios

Mucho se escribió sobre cuantos la película utilizaba, aunque otros críticos dejaron de indagar sobre su explicación para asombrarse con el conjunto del filme, "el más insólito, el más expectante, prodigioso sueño despierto, el más onírico quizá de todo el cine, el más libre de los filmes cómicos", como escribió JeanPierre Coursodon. Como anécdota de la película cabe citar la aparición de Roscoe Arbuckle, Fatty, tal como declaró el propio Keaton al excelente crítico uruguayo Homero Alsina Thevenet.

Se encontraba ya ese humorista en pleno declive, razón por la que Carlos Fernández Cuenca confesaba no haberle identificado: "Sabemos que había adelgazado y envejecido mucho, y tal vez lucía alguna caracterización que le desfiguraba aún más".

El moderno Sherlock Holmes se emite hoy, a las 16.30 horas, por la primera cadena.