La Generalitat protagonizó los actos oficiales y de protocolo en el día de Sant Jordi
Junto a la fiesta popular, la celebración del día de Sant Jordi en Barcelona tiene una versión oficial y protocolaria. En la Generalitat, los actos de la jornada se iniciaron con la tradicional bendición de rosas desde la galería gótica. Después, la Generalitat ofreció a las autoridades catalanas el tradicional desayuno de Sant Jordi en el Pati dels Tarongers que contó este año con dos invitados de excepción: el príncipe Alberto de Lieja y el ex vicepresidente del Gobierno, teniente general Manuel Gutiérrez Mellado.La clase política catalana, encabezada por Jordi Pujol y varios miembros del Consell Executiu, se dio cita en el acto. Los candidatos a la alcaldía -Pasqual Maragall, Ramón Trias Fargas, Jordi Solé Tura, Alexandre Pedrós y Ramón Viñals- se saludaron diplomáticamente y no comentaron entre ellos las incidencias de la campaña.
Muchos políticos acudieron al desayuno con su mujer e hijos, aprovechando una ocasión única para visitar el Palau engalanado. Entre las ausencias destacó la de Josep Tarradellas, que pasó el día en el monasterio de Poblet, ya recuperado de su enfermedad.
En la capilla de Sant Jordi se celebró una misa oficiada por el cardenal arzobispo de Barcelona, Narcís Jubany. En la homilía, Jubany aludió a la cierta "apariencia de marginación que podría descubrirse en relación con el hecho y el saber religioso en el campo de la cultura de nuestro país. Alguien ha hablado de una cierta neutralidad positiva de la autoridad pública en cuanto se refiere a la religión". Para Jubany, esta neutralidad significa una privatización de la fe que llega a su marginación pública.
Por su parte, Jordi Pujol, inauguró ayer al mediodía, la Biblioteca Central de L´Hospitalet, la segunda de Cataluña en cuanto a número de volúmenes.
