El Partido Socialista portugués conmemora su décimo aniversario en un ambiente de euforia preelectoral

El Partido Socialista portugués (PS) celebró el décimo aniversario de su fundación en vísperas de las elecciones legislativas anticipadas del próximo lunes, en las que, según todos los indicios, aparece como el claro vencedor, aunque con dificultades para conseguir la mayoría absoluta en la Asamblea de la República (Parlamento).

La fuerte lluvia que cayó el martes por la noche en Lisboa impidió la celebración en la plaza de toros de Campo Pequenho del mitin conmemorativo de la creación del PS, el 18 de abril de 1973, en la República Federal de Alemania. Unas 6.000 personas, jóvenes en su mayoría, se reunieron en un céntrico teatro lisboeta para escuchar un concierto de música rock y un breve discurso del secretario general del PS y casi seguro nuevo primer ministro, Mario Soares.Con la campaña electoral en sus últimos días, los líderes principales de los 15 partidos y coaliciones que concurren a estos comicios anticipados se concentran en Lisboa y casi todos amenizan sus mítines con espectáculos musicales, para estimular el ánimo de sus militantes y seguidores, un poco cansados de la frecuencia con que se les convoca a las urnas.

Las elecciones del lunes serán las décimas que se celebren a nivel nacional desde la "revolución de los claveles" que, hace nueve años, derribó la dictadura de Salazar-Caetano e instauró el régimen democrático en Portugal.

La abstención y el alto porcentaje de votantes todavía indecisos, que se estima en el 20%, podrían causar alguna sorpresa en los resultados electorales, aunque nadie duda que los socialistas obtendrán el mayor número de votos. Los sondeos de opinión están prohibidos durante las campañas electorales portuguesas, pero fuentes socialistas confiaban ayer en conseguir un 35% de los sufragios, es decir, un porcentaje similar al de las elecciones de 1976, cuando el PS formó gobierno con 107 diputados en la Asamblea de la República.

Soares: 'no' a los comunistas

Mario Soares ha descartado totalmente cualquier alianza con los comunistas de Álvaro Cunhal, por lo que sus opciones para formar gobierno de coalición se reducen al Partido Socialdemócrata (PSD) o al democristiano Centro Democrático y Social (CDS), miembros los dos de la desaparecida coalición Alianza Democrática (AD), que gobernó el país durante los últimos tres años.La alianza PS-PSD, conocida como "Bloque Central", parece la solución más probable, siempre que los socialdemócratas, encabezados ahora por Mota Pinto, tras la retirada del primer ministro Pinto Balsemao, obtengan los escaflos suficientes para dar a la coalición la mayoría necesaria en la Cámara que le permita formar el decimocuarto Gobierno portugués desde 1974.

Los comunistas, que se presentan coaligados con el pequeño partido Movimiento Democrático Popular (MDP), bajo las siglas APU (Alianza del Pueblo Unido), confian en mejorar sustancialmente su porcentaje electoral, que rondó el 19% en su mejor momento. La posibilidad de formar una "nueva AD" entre socialdemócratas, democristianos y monárquicos, parece muy remota, porque, además del desgaste sufrido en el poder, los tres partidos están ahora dirigidos por líderes de segunda fila y escasamente populares.

Grave crisis económica

Las elecciones legislativas del próximo día 25 son las primeras que tienen lugar tras la disolución del Consejo de la Revolución, el órgano tutelar de las fuerzas ármadas encargado de defender las "conquistas de la revolución de abril", que fue suprimido hace unos meses. Se celebran además, en medio de una grave crisis económica, empeorada aún más por la sequía, que ha qrruinado la cosecha cerealera y que obligará al futuro Gobierno a importar millones de toneladas de trigo, aumentando así una deuda externa que asciende ya a 13.000 millones de dólares.El martes, y paradójicamente bajo una lluvia torrencial que llegó tarde para salvar las cosechas, el Gobierno en funciones aprobó importantes ayudas económicas para los agricultores.

En medio del triunfalismo de sus seguidores, que ven ya de nuevo al PS en el poder, Mario Soares predica austeridad y ha anunciado que los próximos dos o tres años no traerán una mejora del nivel de vida de la población. De hecho, analistas independientes prometen una vida muy corta al futuro Gobierno. Soares, en plena celebración del décimo aniversario de su partido, desechó esos augurios de quienes calificó de "profetas de la desgracia" y dijo que si el PS gana las elecciones está dispuesto a gobernar durante los próximos cuatro años.