Una fiesta infantil, primer acto electoral de Tierno
La fiesta infantil organizada por el PSOE en la mañana de ayer en el Circo de la Ciudad de los Muchachos, junto a la plaza de toros de Las Ventas, fue el primer acto electoral masivo al que asistió el actual alcalde, Enrique Tierno. El candidato socialista, ,que parecía algo cansado, aprovechó la ocasión para saludar a cerca de 2.000 personas, la mayor parte niños, y ver el espectáculo.Tierno, que llegó puntualmente a las 12 de la mañana, atravesó, en medio de un fuerte olor a palomitas, la sala de entrada y fue recibido por los niños con aplausos cuando se anunció su presencia. Pronto, varias madres llegaron hasta el alcalde, acompañadas de niños que abrazaban o se dejaban abrazar, mientras los fotógrafos disparaban sus cámaras.
"He venido muchas veces al circo y siempre lo he pasado muy bien. Espero que vosotros disfrutéis en esta fiesta para que luego, con más fuerza, podáis seguir vuestros estudios", les dijo el alcalde a los niños antes de dar la vuelta al ruedo estrechando manos y repartiendo besos y caricias.
El circo, con una capacidad para 2.300 personas, no se encontraba totalmente lleno. Las invitaciones distribuidas de forma gratuita en las distintas agrupaciones socialistas permitieron, sin embargo, que todos los asientos de la parte baja estuvieran ocupados. Tierno, ya al final de su recorrido, aprovechó un hueco en la primera fila y se sentó, mientras una presentadora sustituía la pregunta de "¿Cómo están ustedes?" por la de "¿Sabéis quién es el alcalde?". El público infantil respondió con el sííí de rigor, mientras repartía sus miradas entre el candidato socialista y los jóvenes disfrazados de dartacanes o mortadelos de peluche.
Luego, la misma chica preguntaría qué es lo que hace un alcalde, y dos voluntarios afirmaron, con unanimidad de criterio, que dar empleo y hacer que todos puedan tener un puesto de trabajo, contestaciones que se pidió tomara en cuenta Tierno. Tras una firma masiva de autógrafos comenzó el espectáculo, y el alcalde, junto a los asistentes al acto, dio, algo más animado, las palmas reglamentarias e incluso hizo un amago de levantarse y extender los brazos hacia arriba cuando así lo indicaba el estribillo de la canción.
Entre poses junto a niños, apretones de manos a los modernos cabezudos e indicaciones a sus pequeños compañeros de asiento, un poco deslumbrados por los flashes de los fotófrafos, Tierno esperó a que se apagaran las luces. En ese momento, abrió un poco más los ojos para ver si descubría el truco de los juegos mágicos de un joven ilusionista.
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