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A la venta los primeros refugios antinucleares construidos en España

Con un aspecto interior de inofensiva caravana viajera y un exterior de camión de Campsa, se exhibe desde el pasado jueves en el Salón de la Electrificación, instalado en la Casa de Campo de Madrid, el primer refugio antiatómico prefabricado que se pone a la venta en España, con un coste medio de 13 millones de pesetas.

Un cilindro de 16 metros de longitud, destinado a ser enterrado, y en el que podrían instalarse con relativa comodidad entre 19 y 21 personas para soportar un aislamiento del ambiente exterior entre 20 y 30 días, es la gran atracción del Salón de la Electrificación de la Casa de Campo. Sólo 7.000 personas en España, cuyos nombres se guardan en absoluta reserva, disponen de la posibilidad de utilizar un refugio antinuclear.Pese a que el cartel anunciador del refugio antiatómico condiciona cualquier visión del interior blindado, provisto de todas las supuestas comodidades de la vida moderna, lo cierto es que los constructores y la propia empresa española que va a fabricar estos recintos, de licencia francesa y equipamiento suizo, intentaban abarcar un aspecto mucho más amplio de eventualidades catastróficas.

"El refugio puede servir como segunda residencia", explica Pedro Lewin, consejero delegado de la empresa española que fabricará los refugios. "En principio, puede instalarse fácilmente, en cualquier recinto, aunque el refugio esté concebido para ser enterrado a escasa profundidad".

También contra seísmos

Un seísmo o un accidente tipo Seveso podrían superarse fácilmente, según los constructores, en el interior de esta inhóspita casa herméticamente cerrada por una puerta hidráulica, cuya única pieza exterior es una chimenea que proporciona el aire a los ocupantes del refugio."Los filtros que convierten el aire exterior contaminado en aire puro son de fabricación suiza", continúa Pedro Lewin, "y han sido probados en cámaras subterráneas". Por otra parte, y según sus constructores, la puerta del refugio podría desplazar, en caso de producirse un terremoto, hasta 20 toneladas de escombros que hubieran caído sobre ella.

Un depósito de agua potable, que se instala en relación con el número de personas que vayan a disponer del refugio -con posibilidad de reciclar aguas residuales a lo largo de los casi 30 días de encierro posible-, y un grupo autógeno de electricidad accionable manualmente, en caso de fallos imprevistos, así como capacidad de almacenar alimentos especiales para los primeros 10 días de encierro y comida macrobiótica para el resto del período de riesgo, completan el equipamiento de seguridad de esta alucinante morada provisional del hombre futuro.

"Esperamos que el Gobierno comprenda la utilidad de disponer en edificios públicos, escuelas y centros estatales de este tipo de refugios que no necesitan, frente a los tradicionales de hormigón armado, estar incluidos en la estructura básica del edificio cuyos ocupantes se pretende proteger", agrega el consejero delegado de la empresa.

Por otra parte, sólo esta iniciativa gubernamental, seguida ya en países como Estados Unidos, donde es corriente que las escuelas cuenten con este tipo de inventos, podría evitar que la posesión de un refugio antiatómico se convirtiera en el último y más sofisticado sistema de selección económico-racial de la especie humana.

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