Israel crítica duramente a Reagan por bloquear la entrega de 75 aviones de combate F16

La crisis abierta en las relaciones entre Israel y Estados Unidos evoluciona de manera inesperada y no refuerza precisamente la posición del presidente norteamericano, Ronald Reagan. El nuevo ministro israelí de Defensa, Moshe Arens, de quien Washington esperaba mayor comprensión hacia su política, ha condenado en términos contundentes el bloqueo por Washington en la entrega a Tel Aviv de 75 aviones de combate F-16.

Arens ha calificado de "situación sin precedentes en las relaciones israelo-norteamericanas desde hace 35 años" la demora en la entrega y las explicaciones dadas por el presidente de EE UU. El ministro israelí considera que la decisión de Reagan de hacer depender de concesiones políticas la venta de unos aviones, a la que se había comprometido formalmente, es una actitud "inadmisible".El ministro concluyó asegurando que las presiones de Washington "nos obligan a diversificar nuestras fuentes de aprovisionamiento y, sobre todo, a impulsar al máximo nuestra industria militar. Misiones de compra de armamento se encuentran ya en Francia, Reino Unido, Alemania Occidental e Italia. El dinero para las nuevas inversiones en la industria armamentista propia provendrá de probables nuevos impuestos y, como de costumbre, de los judíos de la diáspora.

No todas las noticias que llegan de Estados Unidos, sin embargo, son malas. La subcomisión del Congreso para ayuda al exterior ha aumentado en 365 millones de dólares la asistencia financiera a Israel para 1984. Esta cifra, suplementaria a la propuesta por el presidente Reagan, es en su mayoría a fondo perdido. En Israel se valora que el Gobierno norteamericano no se haya opuesto a la decisión parlamentaria.

Los asentamientos judíos

La misma comisión aprobó 113 millones de dólares para Jordania, pero con una condición: que Hussein no podrá utilizar este dinero para comprar armas norteamericanas de las consideradas perfeccionadas, a menos que reconozca al Estado de Israel."Cuando haya 100 asentamientos entre Nabius y Jerusalén, nadie lanzará más piedras contra los judíos en este recorrido...". Estas palabras de despedida pronunciadas ante el Parlamento por el jefe de Estado Mayor israelí, general Rafael Eytan, resumen una política destinada a duplicar en cuatro años el número de asentamientos en Cisjordania, según informa Le Monde desde Jerusalén.

El Gobierno de Menájem Beguin se ha lanzado a una nueva y vasta campaña de información para incitar a los israelíes a instalarse en los territorios ocupados. El viceministro de Trabajo, Benzion Rubin, declaró el martes pasado que la mejor respuesta a la decisión del rey Hussein de Jordania de no sumarse a las conversaciones de paz era la instalación de miles de judíos en Cisjordania y Gaza.

El Gobierno trata ahora de encontrar compradores para cuatro mil viviendas ya construidas o en vías de terminación, pero prefiere a personas no especialmente "motivadas ideológicamente" mejor que a militantes de la colonización del tipo de los partidarios del Bloque de la Fe. Las viviendas podrán pagarse con grandes facilidades.