_
_
_
_

ETAm habia investigado exhaustivamente a Manuel Prado

El pasado miércoles 6 de abril, 12 días después del secuestro en Madrid del banquero Diego Prado y Colón de Carvajal, el barrio del Pilar, en la zona norte de la capital, amaneció prácticamente tomado por más de 600 miembros de los Cuerpos de Seguridad del Estado y Policía Municipal. Ese día se estuvo muy cerca del rescate de Diego Prado. "La policía se está acercando, tenemos que trasladar el paquete". Ésta fue la frase esperanzadora, interceptada en la escucha de uno de los teléfonos intervenidos del cornando etarra en Madrid. Dos horas más tarde, una segunda llamada interceptada avisaba de que "el peligro ha pasado, la operación sigue con éxito".Cuatro presuntos terroristas detenídos y cinco pisos francos del comando de ETAm en Madrid habían conducido a la policía al convencimiento de que el secuestrado se encontraba en uno de los pisos del populoso barrio del Pilar y aledaños de la zona norte. El lugar en el que los responsables de la seguridad del Estado creen que todavía hoy se encuentran Diego Prado y, al menos, dos de sus secuestradores, tardó en construirse, según sus informaciones, unos seis meses. Oculto dentro de alguna vivienda, con una obra casi perfecta de ingeniería, -moles hidráulicas que sellan completamente cualquier grieta hasta para el olfato más adiestrado de los perros policía- el piso pudo ser incluso visitado en la operación de peinado el mismo día 6, sin resultados positivos.

Más información
Continúa sin resultados la búsqueda policial del secuestrado en el norte de Madrid

Un año de espera

Cuando el ministro José Barrionuevo se hizo cargo del departamento, en diciembre pasado, el piso situado en el número 5 de la calle de Federico Rubio llevaba un año bajo vigilancia de inspectores de las brigadas de información. Allí se iniciaron, el martes 5 de abril, las detenciones del comando Madrid de ETA Militar. Pilar Nieva, una empleada en el Ministerio de Trabajo y uno de los supuestos enlaces madrileños de ETA, era vigilada desde el primer momento. Un seguimiento en España y el sur de Francia de los movimientos de los sospechosos, con la colaboración de la policía francesa, aunque "todo muy fragmentario", también ayudó.

Por lo general, la policía prefiere no dar el golpe definitivo hasta que es completamente imprescindible porque nodesea cerrar la posibilidad de seguir obteniendo información. Las detenciones en cadena de otros componentes del coman do, Juan María Tapia Irujo (que participó en el secuestro de Prado), José Antonio Garvi y Yolanda Pequeño, (se les acusa de.ser responsables de información, los tres miembros liberados de la organización dirigidos desde el País Vasco francés por el jefazo Lasa Michelena, alias Txikierdi), y el descubrimiento de otros cuatro pisos más (Martínez Izquierdo, 53, Juan de la Hoz, 3, Rafaela Ibarra, 39 y Castelar, 22), fueron la consecuen cia de las declaraciones de los de tenidos -incluida la contraseña para entrar en otros pisos-, de las escuchas telefónicas y de la habilidad, que debe permanecer en secreto, de los especialistas en ETA de la policía española.

La operación de rastreo y búsqueda de la zona norte no dio el resultado prioritario (de encontrar y rescatar a Diego Prado, pero sí ha permitido obtener información sobre atentados, algunos de ellos de inmediata ejecución, que ETA preparaba contra militares, políticos, magistrados y hombres de negocios españoles que estaban en el punto de mira de la organización terrorista ETA. Un examen del archivador, de color azul, y de algunas de los centenares de carpetas ordenadas en su interior, con nombres de los fichados en sus solapas, "es escalofriante", confesó a este periódico el ministro José Barrionuevo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

De los cientos de nombres registrados, unas tres docenas contienen la información más detallada sobre las vidas, viviendas y hábitos de las posibles víctimas que se pueda imaginar. Nombres de jefes y oficiales del Ejércitos de Tierra y la Armada integran la mayoría. En el caso del banquero Luis Usera, presidente del Hispano Americano, la fecha de su muerte estaba prevista para el 7 o el 8 de abril aunque ETA desconocía su actual internamiento en un hospital, convaleciente de una operación de corazón. La del magistrado de lo pena¡ en la Audiencia Nacional, Luis Pérez de Maur, para unos días más tarde. Desde el historial completo de sus vidas y desplazamientos, hasta la fijacíón en mapas de los lugares más apropiados para disparar, cadencia de los semáforos, características de los policías municipales de la zona o recorrido, y muchos detalles más, todo aparece en las carpetas.

Las autoridades de Interior han comunicado ya a las personas fichadas que cambien sus comportamientos habituales y todavía no descartan un atentado en los próximos días, ya que parte de la información archivada se cree que ha sido enviada ya a los santuarios etarras en el sur de Francia. De todas formas, los responsables de la seguridad del Estado creen que la zona de Madrid ha quedado dentro de una "relativa seguridad", después del descubrimiento de la documentación en uno de los pisos francos y la detención de sus dos responsables. Curiosamente, una de las fichas más completas en el archivo era la de Manuel Prado y Colón de Carvajal, hermano del secuestrado.

Satisfacción por la reacción popular

Las autoridades del Ministerio del Interior están muy satisfechas de la reacción popular madrileña y de la legalidad y constitucionalidad de las acciones policiales en la gran operación de búsqueda organizada la semana pasada en la zona norte de la ciudad.

Una encuesta reciente en poder del ministro Barrionuevo refleja que el 70% de la población española es partidario de medidas duras contra el terrorismo. Andalucía figura a la cabeza, con un 80%, seguida de Cataluña y, en el escalón inferior, el País Vasco, con un 40%.

Estas mismas fuentes están convencidas de que el secuestro de Diego Prado tiene un móvil económico, aunque afirman que aún no se han producido contactos, ni hay cifra inicial, según sus informaciones, que también confirma la familia. Se cree que Diego Prado continúa vivo y en Madrid y que seguirá la vigilancia en las calles y a través de las 400 escuchas telefónicas, autorizadas por motivos de lucha antiterrorista, en toda España. Desconfían, sin embargo, de que los cuatro etarras detenidos, que permanecerán todavía unos días más en poder policial siendo interrogados, puedan aportar algún dato significativo, ya que por lo general su sistema operativo les tiene ignorantes de muchas cosas, incluidas las identidades entre ellos mismos.

Los etarras Ignacio Aracama Mendía y José Angel Urtiaga son los que tienen en su poder actualmente a Diego Prado, según la policía. Otros dos participantes en el secuestro, José Luis Urrusolo y Belén González Peñalva, lograron escapar. Dentro de la técnica policial en estos casos, uno de los detalles que más retrasaron el comienzo del cerco sobre los autores del secuestro y sus ayudantes fue la demora en conocer inmediatamente el hecho, y el que el portero de la casa de la calle de Zurbano, Nicolás Alonso, en cuyo garaje fue sorprendido Diego Prado, no pudiera precisar ni la marca ni el color del automóvil de los secuestradores.

Este dato es esencial, una vez que los secuestradores abandonan el vehículo, por lo general robado, para saber qué zona, según sus conocimientos anteriores, pueda ser la escogida en un primer momento para ocultar a la víctima. Efectivamente, cuando finalmente se localizó el coche, ya habían pasado unos días.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_