Continúan las mejoras, con Telefónica de protagonista
La semana bursátil se ha iniciado con unas reuniones en las que se ha mantenido el tibio clima de confianza de reuniones precedentes, acentuándose las mejoras de los índices generales como consecuencia directa del importante empuje mostrado por Telefónica. Bancos, eléctricas y los valores del grupo de construcción se mantuvieron dentro del tono de discretas ganancias, apoyándose, según casi todas las versiones, en órdenes de compra procedentes de inversores extranjeros que todavía continúan teniendo una incidencia apreciable en la evolución cotidiana de los mercados de acciones españoles.La favorable coyuntura que está atravesando la mayor parte de las bolsas extranjeras parece haber hecho volver los ojos a los especialistas foráneos sobre las españolas, ante las características de mercados baratos y sobrevendidos que presentan. No obstante, los responsables de las carteras institucionales españolas más importantes continúan centrando una buena parte de sus esfuerzos cotidianos en evitar incidir directamente en la evolución de los precios de las acciones en las que están interesados. Por ello realizan una buena parte de sus gestiones de compra por fuera de los circuitos estrictamente bursátiles.
La impresión que existía a última hora de la mañana de ayer era que las bolsas pueden concederse un respiro en su trayectoria alcista como consecuencia de las realizaciones de beneficios, que por el momento están siendo contrarrestadas por la acción de los compradores extranjeros, a los que se suman de forma esporádica algunos inversores nacionales.
Mención especial merece el comportamiento que ayer registró Telefónica. Las subidas de este valor resultaron tan espectaculares como difícilmente justificables por realidades concretas. Los operadores a corto plazo parecen haber centrado todos sus esfuerzos en calentar estas acciones. Los rumores sobre hipotéticas ampliaciones de capital, intenciones por parte de la Administración de hacerse con el 3% del capital que le resta para completar el 51% en su participación en la compañía, y todos los restantes comentarios que circularon con profusión por las salas de contratación corresponden directamente al tradicional acompañamiento del que suelen ser recubiertas y pretendidamente justificadas las operaciones con un marcado carácter especulativo.
Lo único cierto es que Telefónica está contando con un caudal apreciable de órdenes de compradores extranjeros, y que hasta el momento no han aparecido partidas importantes a la venta. La rumoreada ampliación de capital no parece que vaya a producirse en un futuro inmediato, ya que los responsables de la compañía, han insistido en diversas ocasiones en la necesidad de establecer criterios estrictamente de rentabilidad para plantear este tipo de operaciones. En cuanto a la posibilidad de que el Estado realice una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) por el 3% del capital de la compañía que le resta para completar la mayoría, es un argumento que carece de fundamento, al existir bastantes otros caminos para adquirir los títulos precisos sin tener que realizar una OPA.
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