Crítica a Álvaro Mutis
Realmente es halagador leer en EL PAÍS las varias colaboraciones sobre Latinoamérica y sus problemas. Este diario nos de muestra que se preocupa por todo lo que acontece en aquellos lares de nuestros infortunados hermanos.Últimamente leemos artículos de Álvaro Mutis insertados entre los de Benedetti y la antológica colaboración semanal de García Márquez. Pero, sin embargo, yo le pediría al buen amigo y fino poeta que es Mutis que no desperdicie una tribuna que muchos quisiéramos para nosotros en disquisiciones filosóficas-psicológicas que no aportan gran cosa. Para esos artículos tenemos en España muchas plumas. Creo que, aparte de enriquecernos, su responsabilidad debe ser la de contarnos lo que sucede por aquellos lugares iberolatinoamericanos de nuestros sueños y nuestros desconocimientos.
¿No sería más trascendente que nos hablara sobre lo que pasa en Centroamérica o de la crisis mexicana y, tal vez, se aventurara a dar puntos de vista sobre todo ello desde la óptica de un intelectual que. vive muy de cerca aquella problemática? ¿Es qué acaso hay miedo, condicionamientos o qué? Porque, insisto, para disquisiciones sobre Jung prefiero a Aranguren. Será que estos escritores no son capaces de mojarse y se lanzan a escribir el artículo de la castañera, que diría Umbral.
Para terminar, le pido sugiera a Ceberio imite a Martín Prieto, quien nada más llegar nos brinda un espléndido análisis de la situación argentina. Ojalá Jesús nos ofreciera un panorama de lo que pasa en México y qué y cómo pasa. Claro, que para esto hace falta echarle al artículo lo que a Martín Prieto le sobra y a Mutis le falta. /
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