Los negociadores del convenio de banca mantienen sus posiciones ante la reunión prevista para hoy

Aglomeraciones de clientes en las ventanillas de las instituciones bancarias, tras una semana de práctica paralización de las mismas por la huelga y las fiestas, y la no asistencia de la patronal AEB a la reunión de negociación del convenio colectivo, fueron las notas dominantes en la jornada de ayer, martes, primera después del paréntesis de Semana Santa. Fuentes de la AEB y de los sindicatos manifestaron que asistirán a la reunión convocada para hoy a mediodía, señalando que no modificarán sus posiciones anteriores hasta conocer las que presenten los otros interlocutores.

Las colas ante las ventanillas de los bancos privados formadas por los clientes adquirieron cierta importancia a lo largo de la mañana de ayer, tras una semana de paralización provocada por la convocatoria de huelga para los tres primeros días de la semana pasada, a los que hay que sumar los cinco siguientes por ser días festivos en la mayor parte de la geografía nacional. Entre media hora y una hora fue el tiempo que tuvo que utilizar la mayor parte del público para ser atendido por el personal de ventanilla de los bancos. Las diferencias entre unas sucursales y otras fue notable, produciéndose los mayores atascos en las oficinas principales como consecuencia de un mayor número de usuarios de estas oficinas.La Asociación Española de Banca Privada (AEB) no acudió a la convocatoria de la mesa negociadora del convenio para ayer martes por considerar que no había sido citado en "tiempo y forma" para dicha reunión y para mantener una cierta coherencia con las posturas mantenidas antes de la huelga.

Los sindicatos, que sí asistieron a esa reunión, han acusado a la AEB de seguir manteniendo una postura obstruccionista en las negociaciones del convenio que esperan sean modificadas, si no hoy sí en las próximas. Los representantes de la patronal del sector manifestaron que la última reunión que se celebró fue la del pasado día 18; reunión que abandonaron ante la convocatoria de huelga por parte de los sindicatos. Estos, por su lado, se presentaron el día 22 en la reunión que debía tener lugar con el presidente de la mesa negociadora y, ante la ausencia de la representación patronal, acordaron una nueva fecha para el día 5.

La AEB comunicó el pasado 30 de marzo al presidente de la comisión negociadora, para que se lo comunicara a los sindica tos, que no se consideraba convocada para ayer y que no asistiría a ninguna sesión sin que mediara una nueva comunicación oficial y siempre y cuando no existiera ningún tipo de llamamiento a la huelga. Fuentes de la .patronal han manifestado que hoy se dan todas estas condiciones y que, por ello, asistirán a la reunión que tendrá lugar a las 12.45 de la mañana, aunque, habrían preferido que tuviera lugar por la tarde para facilitar la llegada a Madrid de aquéllos que tienen que desplazarse de fuera.

Comprensión gubernamental

Tanto los representantes sindicales como los de la patronal han declarado que en la reunión que tendrá lugar hoy mantendrán sus posiciones anteriores a la convocatoria de huelga y que esperan que sea la parte contraria la que modifique los planteamientos para que se pueda abrir una vía de solución al conflicto.Los sindicatos consideran que una nueva convocatoria de huelga puede no contar con el mismo grado de respuesta y, por ello, van a tratar de no tener que llegar a un nuevo paro.

La patronal bancaria, por su lado, ha declarado en repetidas ocasiones que los números siguen siendo los mismos antes de la huelga, durante la misma y después de ella, y que, por tanto, la oferta salarial no puede modificarse a menos que no se produzca una variación en los demás puntos a negociar. Además, la AEB se siente apoyada y legitimada por un sector del Gobierno en su posición de no subir su oferta salarial por encima de la banda inferior del Acuerdo Interconfederal. Fuentes financieras privadas afirman que este sector del Gobierno fue informado de la posición de la AEB al principio de las negociaciones del convenio y que manifestó su apoyo a contener el máximo posible el incremento salarial para 1983.

Este apoyo gubernamental correspondería al sector alabado por Termes en su intervención ante la asamblea de la AEB, cuando declaraba que la banca apoyará al actual Gabinete, ya que cualquier otro que pudiera sucederle sería bastante peor, dada la ignorancia en materia económica que tienen los que podrían suceder a Miguel Boyer al frente de los asuntos económicos. El sector del Gobierno que trata de aquilatar la subida de los costes salariales en la banca privada, ya que tendría una repercusión importante sobre el resto de los sectores y serviría para sanear el sistema financiero, se mostró partidario de la promulgación de un decreto de servicios mínimos en las instituciones financieras privadas durante los días de huelga; decreto que al final no vió la luz ante la oposición del otro sector gubernamental.