Convencimiento en Israel de que la situación del Magreb condiciona el establecimiento de relaciones con España.
La visita que inicia hoy, domingo, a Madrid Shimon Peres, líder de la oposición laborista israelí, se enmarca en el contexto de una mejora de las relaciones extraoficiales entre España e Israel, sin que ello vaya a desembocar, por ahora, en el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. Un alto funcionario israelí, que estuvo a mediados de marzo cinco días en España, se mostró pesimista sobre el establecimiento a corto plazo de relaciones bilaterales, "porque", según señaló a EL PAIS, "hay un nuevo elemento, la situación en el Magreb, que puede contribuir ahora a obstaculizar la toma de esa decisión por parte del Gobierno español". Peres asistirá en Portugal al congreso de la Internacional Socialista.
IGNACIO CEMBRERO ENVIADO ESPECIAL, "El reciente acercamiento argelino-marroquí", añadió la mencionada fuente, "puede generar, en un plazo relativamente breve, una solución al conflicto del Sahara Occidental, por lo que el régimen marroquí, que necesita una válvula de escape para distraer la atención de su opinión pública sobre sus problemas internos, acentuará la presión en torno a Ceuta y Melilla y el Gobierno español no hará entonces nada que pueda indisponerle mínimamente con los árabes, como, por ejemplo, establecer relaciones con Israel".Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores afirmaron a este diario que existía "un consenso en el Gobierno socialista para dar el paso del reconocimiento siempre y cuando el Estado hebreo proporcionase a España un pretexto de envergadura, como podría ser el inicio de una negociación entre Israel y Jordania, aunque ésta, después, fracasase".
" La retirada del Ejército israelí de Líbano", precisaron las mismas fuentes, "no bastaría para tomar esa decisión por muy deseosa que esté España de hacerlo, para poder jugar así un papel en Oriente Próximo al dialogar con ambos bandos".
Israel sólo mantiene en Madrid, desde hace ahora casi dos años, una representación permanente ante la Organización Mundial del Turismo (OMT), dependiente de las Naciones Unidas, que dirige Samuel Hadas, ex embajador israelí en Bolivia y ex portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Nuevos locales
Aprovechando la reciente compra por el Ministerio de Asuntos Exteriores español de un edificio para una nueva cancillería en el sector occidental de Jerusalén, el Estado de Israel intentó, a principios de año, efectuar su primera adquisición en España comprando unos nuevos locales para su representación, situada hasta entonces, de hecho, en la misma sinagoga. Pero su solicitud fue denegada por el Gobierno español y las dependencias recién estrenadas para sus oficinas están alquiladas por un particular y no por un Estado al que España no reconoce personalidad jurídica propia.
Poco antes, el Gabinete socialista había impedido a la empresa Agridov, del Ministerio de Agricultura de Israel, efectuar en España una inversión de unos cincuenta millones de pesetas.
Al margen de los intensos y discretos contactos entre los servicios de seguridad de Madrid y Tel Aviv, iniciados por el comisario Manuel Ballesteros cuando dirigía el Mando único para la Lucha Antiterrorista, con el fin de obtener asesoramiento sobre la forma de combatir a ETA (cerca de treinta funcionarios vinculados a servicios especiales se desplazaron a España durante el año pasado), numerosas personalidades españolas visitaron Israel en los últimos tiempos.
Tras los socialistas Ernest Lluch, José Barrionuevo y Javier Moscoso, que visitaron el Estado hebreo antes de entrar en el Gobierno, los nacionalistas catalanes de Convergència i Unió, como Miquel Roca, estuvieron invitados en Israel el pasado mes de enero y precedieron en su viaje a Jorge Verstrynge, secretario general de Alianza Popular, que, en principio, será recibido la semana próxima por el presidente israelí, Isaac Navón.
Por primera vez, un alto cargo político español, el presidente del Senado, José Federico de Carvajal, realizará este mes de abril una visita a Israel para pronunciar una conferencia sobre las aportaciones de los judíos sefardíes, con motivo de la celebración aquí del milenario de la lengua castellana.
Cooperación cultural
Precisamente en materia cultural los ministros españoles de Asuntos Exteriores y Cultura, Fernando Morán y Javier Solana, dieron el mes pasado su acuerdo a Salomon Seruya, vicepresidente del Consejo Sefardí de Jerusalén, institución privada judía, para poner en marcha un programa de cooperación que prevé un aumento del número de becas para estudiantes israelíes en Salamanca y españoles en Jerusalén y el intercambio de exposiciones y espectáculos de teatro y ballet.
Salomon Seruya, ex embajador de Israel en Filipinas pero ahora apartado de la carrera diplomática y de la función pública en general, ha conseguido la financiación de la Caja de Ahorros de Madrid para trasladar de Tel Aviv a Madrid y Barcelona una voluminosa exposición sobre la edad de oro de los judíos sefardíes de Amsterdam, todos ellos expulsados de España.
A través de la empresa Degem Systems, Israel desarrolla también una intensa cooperación de índole educativa y lingüística con las comunidades autónomas de Cataluña y Euskadi. Invitado por Degem Systems, empresa semiestatal que se dedica, entre otras muchas actividades, a aplicaciones tecnológicas al campo de la educación, estuvo, por ejemplo, diez días en Israel a finales de marzo el consejero de Cultura de la Generalitat.
Gracias en parte a la hostilidad manifestada por la población griega con los turistas procedentes de Israel, el turismo israelí a España está en pleno auge y se prevé que este año más de 60.000 personas -casi el doble del año pasado-, el 1,5% de la población israelí, visitará la península o las islas.'
Trabas burocráticas
La multiplicación de las solicitudes de visados españoles en el Consulado de España en Jerusalén -que a su vez debe pedir autorización a Madrid para concederlos- ha originado tal sobrecarga de trabajo al personal consular que el diario popular israelí Maariv publicó recientemente, seguido la semana pasada por el semanario israelí en español Semana, un artículo criticando "las trabas burocráticas para la obtención del visado".
Paralelamente, la comunidad judía en España y el representante israelí ante la OMT habían sugerido al Ministerio de Exteriores español que se llegase de facto a una supresión del visado entre España e Israel mediante la abolición del trámite o su obtención en la frontera de entrada. Pero su propuesta fue rechazada por las autoridades españolas, afirmaron fuentes solventes.
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