El Ejecutivo pide garantías para los trabajadores españoles en la CEE

En la sesión de negociación hispano-comunitaria a nivel de suplentes, España presentó ayer una nueva declaración sobre Asuntos Sociales, que no aporta novedades, salvo en su tono más duro. Es la cuarta en cuatro años. Hasta el momento, la Comunidad Económica Europea (CEE) se ha mantenido muda sobre las cuestiones más fundamentales de este dfficil capítulo: libre circulación de trabajadores y período transitorio. El documento contiene términos como "se ve obligada a advertir" ', rechazar", "lamenta", o expresa su asombro" por algunos puntos.España quiere garantías inmediatas de permanencia o estabilidad para los trabajadores españoles que ya se encuentran en la CEE y de sus familias, y la aplicación de un régimen común de seguridad social desde el momento de la adhesión. Todo con carácter recíproco. Veladamente, la declaración española indica que, tras el ingreso de España y Portugal en la CEE, Madrid limitará la entrada de portugueses y griegos en España en la misma medida en que la CEE limite la emigración de españoles.

España puede absorber parte del paro portugués, lo cual será una baza de negociación. España tiene un indice de paro cercano al 17%. La CEE, un 11, 1 % de media. "El miedo de la CEE no está justificado, no pueden existir grandes flujos migratorios en esta crisis", señaló Manuel Marín, secretario de Estado para las Relaciones con la CEE.