El Ayuntamiento prepara un plan para evitar la mendicidad infantil
El Ayuntamiento de Madrid, en colaboración con la Cruz Roja, la asociación Nuevo Futuro y la Junta de Protección de Menores está preparando un plan de actuación para evitar la mendicidad infantil y proteger a los niños de la explotación, malos tratos y utilización de que son objeto por parte de los adultos. En Madrid, gran parte de los niños que piden por las calles son portugueses, según fuentes municipales, explotados por adultos con los que no tienen relación familiar en la mayoría de los casos.El Ayuntamiento estudiará la situación de cada niño y buscará su integración social. "En ningún caso", dice José Alfredo de Juan, delegado de Sanidad, "acudiremos a medidas represoras para evitar la mendicidad como se ha venido haciendo hasta ahora". El plan de actuación incluye la integración de la familia, a la que se dotará de los medios necesarios para poder vivir dignamente, facilitandoles una vivienda y ayuda económica. A los niños se les garantizará la comida y la escolarización.
Se agilizarán los trámites
En aquellos casos en que los niños son drogados o maltratados por su familia, el Tribunal Tutelar de Menores se ocupará de agilizar los trámites para suspender la patria potestad. Nuevo Futuro se encargaría de buscar una casa y la Cruz Roja buscará a las personas encargadas de atenderles en las nuevas viviendas.Los policías municipales que integran la brigada de Sanidad y Asistencia Social, que se encarga de recoger a los mendigos que se encuentran por las calles en situación de alcoholismo agudo, comprueban día a día cómo son explotados los niños portugueses, en algunos casos por tres personas a la vez, que les obligan a pedir y les exigen cantidades de hasta 3.000 pesetas diarias si no quieren ser maltratados. La solución para estos niños es muy difícil, puesto que la embajada de Portugal no se hace cargo de ellos. "Hace dos años" manifestó el delegado de Sanidad, "se realizó en Madrid una recogida de todos los niños mendigos que había por la ciudad. El 90% eran portugueses. La embajada les repatrió y a los siete días ya estaban de nuevo pidiendo en las calles de Madrid. Es necesario que sea la embajada quien se encargue de estos niños y les garantice la cobertura de sus necesidades".
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