Procesados el ex director y dos funcionarios de la cárcel Modelo de Valencia

Francisco Martínez Muñoz, titular del Juzgado de Instrucción número ocho de Valencia, ha dictado auto de procesamiento contra el ex director de la cárcel Modelo de esta ciudad, Armando Flors Maten; el administrador de la cárcel de Figueras y ex jefe de servicios de la de Valencia, José Ignacio Hermógenes Martínez del Buey, y el jefe de servicios de la Modelo, Juan Fernando Díaz Rodríguez, para los que ha fijado una fianza solidaria de cinco millones de pesetas como responsabilidad civil. Su situación personal es de libertad sin fianza. El procesamiento ha sido dictado al ser considerados por el juez presuntos autores de un delito de auxilio al suicidio por imprudencia.

Con ello se inicia una nueva fase en el sumario abierto en torno a la muerte por ahorcamiento del preso de diecisiete años Juan Antonio García Acién, ocurrida en una celda de aislamiento de la cárcel Modelo de Valencia el pasado 31 de octubre, cuando Armando Flors desempeñaba la dirección del centro, cargo en el que ha sido cesado. García Acién, que cumplía una pena de dos años por robo en el Instituto Penitenciario de Liria, de régimen abierto, fue trasladado la noche anterior, tras un incidente con un funcionario, a la cárcel Modelo y allí ingresado en una celda de las llamadas negras o ciegas -sin luz ni ventilación-, donde fue encontrado ahorcado al día siguiente.

Acción popular

Los abogados Cristóbal Fernández y Virgilio Latorre ejercitaron la acción popular prevista en la Constitución para que se investigasen judicialmente las circunstancias que rodearon el presunto suicidio de García Acién, y durante la instrucción del sumario el juez ordenó que se clausurasen las dos celdas negras que hay en la Modelo.De acuerdo con el auto de procesamiento, de los hechos investigados en el sumario se desprende, "sin perjuicio de ulterior calificación", la existencia de "delito de auxilio al suicidio por imprudencia", previsto en los artículos 409 y 565, párrafo segundo, del Código Penal. Igualmente considera el juez la posible existencia del "delito de funcionario público contra el ejercicio de los derechos de las personas reconocidos por las leyes", que está relacionado en el artículo 187.4 del Código Penal.

Este segundo delito, para el que se prevé la pena de suspensión, consiste en mantener a un preso en lugar distinto del que le corresponde. En cuanto al primero, está penado con arresto mayor, que va de un mes y un día a seis meses.

El criterio del juez sobre los presuntos delitos es por el momento discrepante con los mantenidos tanto por la acusación popular como por el ministerio fiscal. Los dos abogados solicita ron recientemente el procesa miento de los tres funcionarios citados y del director del Instituto Penitenciario de Liria, Ramón Cánovas Calatrava, como presuntos autores de un delito de homicidio por imprudencia profesional, según lo previsto en el párrafo quinto del artículo 565 del Código Penal. Este delito podría alcanzar penas de hasta veinte años de cárcel, según la estimación del tribunal, y es el mismo por el que ha sido conde nado el periodista Xavier Vinader.

La acusación popular pedía también que se procesase a otros tres funcionarios de la Modelo por malos tratos a García Acién, y al actual director de la cárcel de Alicante, Juan Salcedo Valero, que precedió en la dirección de la de Valencia a Flors, por presunto desacato al orden judicial, ya que los abogados estimaban que no había cumplido una orden anterior, dada por el juez de vigilancia penitenciaria, de clausurar las celdas negras.

Por su parte, el fiscal solicitó el procesamiento de Martínez del Buey únicamente por haber mantenido al preso en lugar diferente del que le correspondía.

La víctima se encontraba el pasado 30 de octubre en la localidad de Cárcer, junto con otros internos del Instituto Penitenciario de Liria y funcionarios del centro, realizando tareas de ayuda a los damnificados por la riada. Por ingerir gran cantidad de coñá y mostrarse agresivo fue trasladado al Centro Penintenciario de Liria donde se le administraron calmantes, pero al no variar su actitud fue traladado a la cárcel de Valencia, donde, sin reconocimiento médico, fue recluido en una celda de aislamiento en la que apareció ahorcado.