El fiscal asegura que el Gabinete no ha influido en el recurso por el 23-F

El fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón Barba, que defenderá ante el Tribunal Supremo el recurso de casación interpuesto por el ministerio público contra la sentencia del 23-F, manifestó ayer a EL PAÍS que el recurso "es un trabajo técnico, no de oportunidad política". En este sentido, añadió que "el Gobierno no se ha permitido el más mínimo comentario" sobre la forma de abordar el recurso o sobre las líneas generales en que se debiera incidir.Burón Barba, de 64 años de edad, aseguró que el 6 de abril, fecha en que se iniciará la vista de los recursos, subirá al estrado "con completa buena fe y conciencia, en la creencia de que los motivos del recurso deben prevalecer y, por tanto, trataré de ser lo más convincente posible". "El contenido del recurso", añadió, "no es extremadamente duro y, desde luego, no hay la más mínima animosidad ni se trata de un reproche moral. El ministerio fiscal no tiene más misión que la de que impere la ley".

Por otro lado, Milans del Bosch, según se desprende del recurso de casación presentado por su abogado, Santiago Segura, entiende que los hechos ocurridos los días 23 y 24 de febrero de 1981 no pueden ser calificados de rebelión, porque, entre otras razones, no hubo alzamiento en armas. En su recurso, que incluye catorce motivos por quebrantamiento de forma y doce por infracción de ley, se afirma que Milans no fue "cabeza" ni responsable de ningún delito, y que, en cambio, fue Armada quien visitó a Milans en Valencia, quien recibió toda información y quien acabó proponiéndose como presidente de un nuevo Gobierno.

Respecto a esta cuestión, el fiscal general opina que en una rebelión militar puede existir una cabeza bicéfala o colegiada. De hecho, en su recurso califica al general Armada de "cabeza de la rebelión", a pesar de que la pena de treinta años dictada contra Milans, y no recurrida por el ministerio fiscal, le fue aplicada como "cabeza de la rebelión".

Página 11