Presentado el convenio de acreedores del Banco de los Pirineos

La propuesta del convenio de acreedores del Banco de los Pirineos ha sido, presentado ya al Juzgado de Primera Instancia número 7 de Barcelona, que tramita el expediente de suspensión de pagos de la entidad que se presentó el 7 de diciembre de 1981. El texto íntegro del convenio de liquidación se expondrá, a partir de hoy lunes, en las oficinas del Banco en Barcelona, Gerona, Lérida y Madrid.Debido al elevado número de acreedores, 4.765 exactamente, se ha decidido que la adhesión al convenio se realice por escrito, acogiéndose a lo previsto en la Ley para los supuestos en que el número de acreedores es superior a doscientos. Para ello los acreedores se podrán dirigir a varias notarias, cuatro en Barcelona, dos en Gerona, dos en Lérida y una en Madrid, para emitir su voto.

La propuesta de convenio contiene una fórmula alternativa que prevé la liquidación del banco en un plazo de cuatro o cinco años. Vencido el plazo máximo de cinco años, si no se hubiera satisfecho la totalidad de los créditos, la comisión liquidadora podrá optar entre transmitir los bienes y derechos restantes al Fondo de Garantía de Depósitos o bien subastarlos públicamente, en conjunto o por lotes, hasta la total liquidación. Transcurrido un año natural, la comisión gestora actual se transformará en liquidadora y en caso de aparecer divergencias entre sus miembros se acudirá al denominado jurídicamente "laudo de equidad". El convenio tiene que ser aprobado por las tres cuartas partes de los acreedores entre los que destacan el Fondo de Garantía y el Banco de España.

La presentación del convenio se ha venido retrasando repetidamente en los últimos meses hasta agotar todos los plazos, el último y definitivo vencía a primeros de abril, con el objeto de dar las mayores facilidades que permitieran encontrar una solución más satisfactoria para con los acreedores mediante una intervención de la Administración.

Esta posibilidad aún no ha sido descartada por el administrador judicial, Humberto Ruiz de San Pedro, quien todavía alberga esperanzas de salvación del Banco, que podrían materializarse con el ingreso de la entidad en el Fondo de Garantía o con una posposición de créditos por parte del Banco de España.

El "agujero" actual del banco supera ligeramente los 2.000 millones de pesetas, cifra relativamente insignificante si se compara con las manejadas últimamente en las crisis de Banca Catalana o Rumasa, en las que la Administración ha adquirido importantes compromisos para evitar el perjuicio de las personas no responsables. En este sentido cabe recordar que a finales del año pasado el Banco de España designó a un técnico de su departamento para estudiar la situación financiera del Banco, así como la viabilidad del mismo con apoyo de la Administración.