Manuel Fraga presenta un balance catastrófico de los 100 primeros días de gestión gubernamental
El jefe de la oposición, Manuel Fraga, criticó ayer los cien días de gobierno del presidente González, descalificando punto por punto lo que el jefe del Ejecutivo socialista presentó el día anterior como mejoras y logros de su gestión. A la "sensación de que se gobierna", Fraga replicó que "produce moralina estomagante"; los nuevos horarios de la Administración han "humillado y ofendido" a los médicos y funcionarios; la política exterior "es contradictoria e ineficaz"; la solución del caso Rumasa, "la más cara y menos constitucional"; la actitud contra el terrorismo, "débil e ingenua"; las medidas sociales "socavan la moral cristiana"; el Parlamento, "bajo mínimos" y el Gobierno "se sitúa en algunos casos al margen de la ley y la Constitución".
El líder de la oposición arrancó sus críticas haciendo un chiste sobre la intervención de Felipe González el día anterior. "Uno no sabía", dijo Fraga, "si hablaba Felipe o Philips, porque decía: 'mejores no hay' y a nosotros nos parece que lo han hecho mal".El líder de la oposición dijo que de todas, las medidas económicas aplicadas por el Gobierno sólo salvaba dos: la contratación temporal -"es cierto lo que dijo el señor González de que es mejor trabajar tres meses que no trabajar nunca"-, y la subida de las pensiones, sobre todo porque no lo han hecho en período electoral, como hacían los Gobiernos de UCD".
Pero en lo demás, Fraga volvió a ejercer de jefe de la oposición: "Al ritmo que vamos, llegaremos a los tres millones de parados, pero parece que el Gobierno se consuela con haber disminuido un poco el índice de desempleo en el mes de febrero". Para Fraga, el fondo de la cuestión es que "ya se han dado cuenta de que con los métodos que utilizan no van a poder crear los puestos de trabajo que prometieron".
El decreto-ley de expropiación de Rumasa también fue blanco de los ataques del líder de Alianza: "Es la solución más cara y menos constitucional que podían haber adoptado". Y añadió: "Veo en la Prensa magníficos anuncios publicitarios de Loewe o de los hoteles de Hotasa y pienso: esto ahora lo pago yo con mis impuestos y antes lo pagaba un señor llamado Ruiz Mateos", dicho lo cual empleó una metáfora de delincuentes para compararla actuación del Gobierno al respecto: "Un señor va por lacalle y es atracado por otro, portador de una pistola. El atacado le desarma y lo cuelga. Después va y te lo cuenta -orgulloso de su hazaña". "Pues no. A este señor hay que decirle: después de haber desarmado al atracador, se va usted a la comisaría y lo denuncia, en lugar de saltarse la ley".
Calificó de "falsa e ingenua" la frase del presidente de que "el terrorismo no termina con la democracia". En el País Vasco, "yo lo he podido comprobar recientemente,1
no existe democracia porque hay miedo, extorsión; no pueden hacerse candidaturas porque están amenazados de muerte; hay violencia, asesinatos y se toleran manifestaciones con encapuchados gritanto vivas a ETA o en contra del servicio militar". Permitir estas cosas es, a su juicio, síntoma de debilidad. Y si Fraga gobernara -hecho éste con el que cuenta, ya que anunció: "A mí no me afectará el síndrome de la Moncloa, como al actual presidente y a los anteriores, porque yo no viviré en la Moncloa"-, no toleraría tales desmanes "de ninguna manera, aunque respetaría el derecho de reunión".
Tal es su seguridad de que va a gobernar, que Fraga avanzó, rotundo: "Yo tendré mucho cuidado en qué proyecto de ley le remitiré al Rey para su firma, y estudiaré cuándo es o no el momento oportuno". Ello lo dijo Fraga a propósito de si le parecía bien o no, a preguntas del informador de El Alcázar, que el Rey sancionara el proyecto de ley de despenalización del aborto. En este tema, tras aludir a manitas y piececitos destrozados", Fraga dijo que la Constitución era terminante con las funciones asignadas al jefe del Estado, que don Juan Carlos es el primero en respetar. "Si a la reina de Inglaterra le llevarán una ley, aprobada por la Cámaras, firmando su sentencia de muerte, la reina debería firmarla, por lo que inmiscuir al Rey en estas cuestiones es totalmente improcedente".
El aborto, cuestión que "socava la única ética que este país respeta, que es la moral cristiana tradicional", fue puesto como un ejemplo, entre otros muchos, en los que el Ejecutivo gobierna "arrasando con sus votos". En la mayoría de los casos, lo hace por decreto-ley, "de lo que abusa, despreciando al Parlamento, que está bajo mínimos, y colocándose en ocasiones fuera de la ley y de la Constitución", señaló.
La orden del Gobierno para que los funcionarios cumplan el horario, hace que éstos, al igual que los médicos, se sientan como personajes de Dostoievsky, humillados, y ofendidos". "Les adelantan el horario y no les dan trabajo, a veces, ni mesa. El Gobierno se ha mostrado inhumano, sin preocuparse de los problemas que ha originado en muchas familias".
Política exterior "absurda"La decisión del E ecutivo de no entrar plenamente en la OTAN y las relaciones con Francia, Portugal y Marruecos son para Fraga el resultado de una política exterior absurda, contradictoria e ineficaz", en la que el retraso en el nombramiento de los embajadores está empezando a convertirse en una broma pesada".
Las encuestas publicadas por el Grupo 16, favorable a la gestión del Gobierno, no parecen preocupar a Fraga, quien señaló que la misma empresa encargada de esos sondeos le daba a la coalición APPDP, ocho días antes de las pasadas legislativas, un voto decidido del 9% y una tendencia máxima del 16%. "Luego sacamos un 25,3% de los votos". Dijo que la última que su partido había realizado, de cara a las municipales, les daba un voto decidido del 26%. Finalmente, Fraga manifestó que la moción de censura es el arma más eficaz de la artillería parlamentaria, por lo que se la reservaban para más adelante, "cuando el Gobierno haya demostrado que sólo sabe gobernar con la fuerza de los votos y los bolsillos de los españoles estén completamente vacíos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.