Las casas-cuarteles de las Fuerzas de Orden Público, en condiciones tercermundistas
El informe que han elaborado los gobiernos civiles de las cuatro provincias catalanas sobre la situación humana y material de las fuerzas de orden público dependientes del Estado ha revelado una situación de perfiles tercermundistas. El déficit de efectivos, que refleja el primer censo realizado en Cataluña, sólo es comparable con las insuficiencias de infraestructura de los pabellones y viviendas de los 11.725 agentes de los cuerpos de seguridad y sus familias que hay en Cataluña. En base a estos datos, la Delegación del Gobierno trabaja en un plan de necesidades mínimas.Una de las primeras tareas que emprendieron los nuevos gobernadores civiles de Cataluña fue la de comprobar el estado real de las dotaciones humanas y materiales de los cuerpos de seguridad del Estado. Había indicios que dejaban entrever las pésimas condiciones materiales de estos cuerpos; sin embargo, el informe final ha desvelado una situación' mucho peor de lo que se podía prever. El calificativo que le aplican fuentes de la Delegación del Gobierno en Cataluña, que coordina los trabajos de elaboración del censo general, es de "absolutamente lamentable".
El hecho de que no se hubiera realizado ningún censo general hasta ahora se explica en medios oficiales por la rutina burocrática de estos cuerpos. La Policía Nacional no había elaborado nunca un informe general de su situación. Mientras que la Guardia Civil elevaba cada seis meses un parte idéntico que respondía a las insuficiencias de hace muchos años.
Según el informe, al que ha tenido acceso este periódico, y en el que se concretan por primera vez estos datos, en Cataluña hay 11.725 agentes de los cuerpos de seguridad del Estado. De éstos, 5.854 corresponden a la Policía Nacional, 4.579 a la Guardia Civil y 1.274 al Cuerpo Superior de Policía. Quedan fuera del censo, por motivos de seguridad, los efectivos encuadrados en las dos compañías de Reserva Especial de la Policía Nacional. Se calcula un déficit de unos 3.000 agentes.
La mayoría de los integrantes de los cuerpos de las fuerzas de seguridad viven en los pabellones y viviendas de las casas-cuarteles. En total, 3.161 familias viven en esta situación. Los solteros suelen residir en grupos de tres o cuatro, en pisos de alquiler, fuera de los acuartelamientos, y son los que cambian con mayor facilidad de destino.
Una infraestructura lamentable
La imposibilidad económica de una familia de agentes del orden de ir a vivir fuera de las residencias que les ofrece el cuerpo y la deplorable situación de infraestructura de los pabellones donde viven, son dos características en las que coinciden los informes parciales que componen el voluminoso dossier centralizado en la Delegación del Gobierno.Según estos informes, el sueldo de un policía nacional o de un número de la guardia civil no es suficiente para hacer frente a las 20.000 pesetas mensuales del alquiler de un piso para albergar a una familia. Los cincuenta años de edad media de los edificios que albergan a cuarteles y comisarias dan, por otra parte, una idea de las condiciones de habitabilidad que reunen y la urgencia de emprender reformas importantes de infraestructura.
El proceso que se seguirá a partir del informe presentado por los gobernadores civiles concluirá con un plan de actuación para cubrir las necesidades mínimas, con preferencia para la renovación de viviendas y cuarteles.
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