Gestiones diplomáticas internacionales en Madrid sobre la situación política centroamericana

El presidente del Gobierno, Felipe González, está siendo requerido por algunas fuerzas políticas, pero no va a tomar iniciativas respecto a la situación en Centroamérica, porque está persuadido que esa tarea corresponde a los países del área. Esta posición, ratificada en la conferencia de Prensa mantenida ayer por el presidente español, ha sido ampliada a EL PAIS por algunos diplomáticos con responsabilidades específicas sobre la política en Latinoamérica. Las visitas de ministros latinoamericanos de estos días trascienden las relaciones bilaterales y guardan relación con la situación centroamericana.

Un destacado diplomático latinoamericano recordaba ayer que uno de los resultados del encuentro citado en Contadora, con participación de México, Colombia, Venezuela y Panamá fue el de hacer un planteamiento ante los responsables norteamericanos y que a eso se debió precisamente el viaje a Madrid de Thomas O. Enders, secretario de Estado adjunto para Asuntos Interamericanos en Washington.Aquel viaje sirvió para apreciar el excelente grado de información de los funcionarios de la Administración Reagan, al mismo tiempo que su falta de capacidad autocrítica y de comprensión real del problema.

La posición de partida de Enders rechaza la identificación de errores anteriores en el comportamiento de Washington, contempla la situación centroamericana desde la óptica de la seguridad nacional de los EE UU y se alimenta de una aguda pretensión pedagógica resumida en la necesidad primaria de castigar los malos ejemplos de Nicaragua. La búsqueda de soluciones, cuya propuesta requiere un aditamento de autoridad moral no reconocida por los países del área a su poderoso vecino del norte, precisa en todo caso evitar el bloqueo de Washington. Aquí es donde se piensa que España podría empezar a jugar un papel.

De vuelta a casa, tras la cumbre de los no alineados celebrada en Nueva Delhi, recalan estos días en Madrid líderes políticos y altos funcionarios gubernamentales extranjeros. Se registra la presencia del ministro de Exteriores de México, Bernardo Sepúlveda; del ministro de Cultura de Cuba, Armando Hart, y el miércoles llega el ministro de Asuntos Exteriores cubano, Isidoro Malmierca. Además, la pasada semana se han producido dos visitas muy significativas. La del subsecretario sueco de Asuntos Exteriores, Pierre Schori, y la del embajador extraordinario de Mitterand para América Latina, Antoine Blanca. Ambos han viajado por Centroamérica y durante su estancia en Madrid hurtada al Ministerio de Asuntos Exteriores- se han entrevistado con el presidente del Gobierno, Felipe González, y con la responsable de relaciones internacionales del PSOE, Elena Flores.

Se cree que en estos intercambios de la Moncloa la crisis del Salvador ha ocupado lugar primordial. Alguno de estos diplomáticos extranjeros recibidos en Madrid comentó la timidez en la que parece replegado el presidente español, extraordinariamente atento, según estas apreciaciones, a evitar cualquier contrariedad en sus relaciones con los norteamericanos. En este capítulo aparece el viaje que el próximo martes emprende el titular de Cultura, Javier Solana, invitado por varias universidades. Solana será el primer miembro del gabinete socialista que visite Estados Unidos, sólo unos días después de haber sido anfitrión de su homólogo cubano, Armando Hart, considerado el número tres del régimen de Castro.