El Gobierno desea alcanzar un rápido acuerdo en la reestructuración de la siderurgia integral

La Administración comunicó ayer, dentro de la reunión de la comisión de seguimiento de la siderurgia integral, su intención de proceder a una reordenación de este sector a la mayor urgencia posible, de acuerdo con el plan de inversiones que se negocien con las empresas y centrales sindicales. Las intenciones gubernamentales tuvieron ayer su primera realización práctica con la decisión del los directivos de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM) de reducir, por razones coyunturales, la capacidad de producción de la citada siderurgia en un 20%. Esta decisión fue calificada de "negociable" por fuentes ministeriales.

La comisión de seguimiento, que ayer discutió la filosofía general que guiará las negociaciones, se volverá a reunir hoy para tratar en forma monográfica el tema de las inversiones de reposición -concretamente, las de Sagunto-, recogidas en los acuerdos alcanzados en 1981 entre Administración y centrales y que se han incumplido hasta la fecha, según manifestó la semana pasada el ministro de industria y Energía, Carlos Solchaga. El jueves, la comisión abordará el problema del convenio de 1983 y el viernes volverá al tema de fondo de las inversiones.En la reunión de ayer, a la que asistió, por parte del Ministerio de Industria y Energía, el director general de Industrias Siderometalúrgicas, Eduardo Santos, se volvió a insistir en los deseos del Gobierno de proceder a una rápida reestructuración de la siderurgia integral Eduardo Santos, según la versión facilitada por las centrales, manifestó que el Gobierno considera que, en la década de los noventa no se puede garantizar la existencia de tres siderugias integrales existentes en España.

Fuentes solventes señalan, a este respecto, que la Administración estima en cerca de 10.000 personas el exceso teórico de plantilla que actualmente existe en el.sector, de las que unas 2.500 personas corresponden a Sagunto. Pero Eduardo Santos, según las centrales, se abstuyo ayer de cuantificar el excedente de personal, aunque volvió a insistir en que el mismo quedará delimitado por el volumen de inversiones que se decidan y acuerden ilentro de la comisión de seguimiento. El problema de las inversiones a realizar se presenta, en este sentido, como el hilo conductor de las negociaciones que quedan pendlientes entre Administración, empresas y sindicatos.

El ascenso al poder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), la presencia física en las dos de las tres empresas del sector de hombres afines al Gobierno, junto al papel mediador que puede desempeñar el sindicato UGT, hace pensar que la Administración puede tener las manos bastante libres para llevar a cabo sus propósitos renovadores y de reestructuración de la siderurgia integral. La prisa gubernamental se basa no sólo en el retraso que se lleva en este campo con relación a Europa sino, también, en el temor de que las negociaciones en curso con la Comunidad Económica Europea (CEE) mediticen a medio plazo las soluciones que se puedan emprender en este sector.

A este respecto, fuentes gubernamentales mostraban recientemente su preocupación por la conflíctivdad que está surgiendo en tomo al deseo sacialista de racionalizar el funcionamiento del sector, incluyendo las medidas quirúrgicas de urgencia que necesita para limitar las pérdidas en que están incurriendo las tres empresas. La disminución del volumen de producción, primera medida decidida ya en Sagunto, se presenta en medios gubernamentales como un ejemplo de esta estrategia, ya que reducirá el gravoso costo que supone la financiación.

La necesidad de llegar a un acuerdo global en la siderugia integral se puso de manifiesto en las negociaciones sobréel convenio salarial de 1983. La tesis del Gobiemo es que es conveniente llegar a un entendimiento sobre el futuro de la siderugia al mismo tiempo que se negocian acuerdos salariales a largo plazo.