Tensión en el entierro del joven muerto en una pelea con trabajadores africanos

Más de mil personas acudieron ayer al entierro del joven Rafael Cambón, fallecido en la madrugada del pasado domingo en el transcurso de una reyerta que enfrentó un grupo de jóvenes blancos con otro de jóvenes negros. La ceremonia se celebró en la iglesia parroquial de Blanes (Gerona) en medio de una gran manifestación de dolor. Posteriormente, unas 400 personas se dirigieron en manifestación hacia el ayuntamiento, protestando por la acción de los jóvenes de color y por su presencia en la población.Tras unas palabras de la alcaldesa, que desde el balcón comentó los hechos, y ante las fuertes críticas dirigidas a la actuación de la Policía Municipal, el padre de uno de uno de los heridos se manifestó diciendo: "mi hijo está vivo gracias a la intervención de estos guardias. Si no hubieran actuado oportunamente, él y quizá cuatro jóvenes más estarían muertos". En el día de ayer permanecían detenidos en Blanes, a disposición del Juzgado de Santa Coloma de Farners, seis jóvenes de color. Los cuatro jóvenes heridos que inicialmente fueron atendidos en un centro hospitalario gerundense, se encuentran fuera de peligro y dados de alta. El herido más grave fue Santiago Villar, que presentaba una herida de arma blanca en el pulmón.