De la respuesta individual a la planificación

La aguda situación de crisis económica debatida en Sabadell ha sido afrontada de manera ciertamente eficaz por la población, según se deduce del estudio efectuado por Muriel Casals y Josep Maria Vidal Villa. Los mecanismos de defensa individuales -sin cuya existencia se hubieran producido verdaderas tragedias humanas- encuentran, no obstante, una limitación en el tiempo y en la propia legislación.Es por ello que Vimusa, a través de su gerente, Marc Perujo, propuso a los sectores económicos que debatieran la acción concertada entre el Ayuntamiento, las entidades financieras y la iniciativa privada. La propuesta incluye la selección de sectores expansivos para una política de desarrollo que cumpla los requisitos de rentabilidad y absorción de mano de obra.

Todas las versiones posibles presidieron este insólito debate, concluído el pasado lunes, que no resultó beneficiado por la proximidad de las elecciones municipales. Desde acusaciones de electoralismo al Ayuntamiento, en cuya gestión colaboran los comunistas, mayoritarios, y los sociálistas, hasta comentarios, esta vez por parte de la izquierda radical, sobre una endencia socialdemócrata del proyecto, los distintos sectores locales enjuiciaron desde prismas contrarios la discusión, gran parte de cuyas sesiones se desarrollaron en la Escuela de Estudios Empresariales de la ciudad. La Cámara de Comercio e Industria de Sabadell participó en los debates, a pesar de no asumir el modelo "socializante" propuesto. Una posición más dura correspondió a las organizaciones de empresarios, algunas de las cuales se negaron a intervenir en la discusión.

Para concentrar la inversión en los sectores punta seleccionados, el municipio propuso la creación de una nueva zona industrial en el sector llamado Can Roqueta. Esta actuación supondrá una inversión inicial municipal valorada en 510 millones de pesetas. La construcción de 450 viviendas sociales, mediante la empresa Vimusa, con una inversión inicial de 1.500 millones de pesetas, la potenciación del sector de servicios y la implantanción de equipamientos universitarios en la ciudad, completan las iniciativas municipales.

La oposición del municipio, formada por concejales de Convergència i Unió y de Centristes de Cataluña-UCD, ha llegado a calificar el proyecto municipal cómo "un alegato contra el empresariado local".

El alcalde comunista de la ciudad, Antoni Farrés presentó su iniciativa a los medios de comunicación desde una perspectiva racionalizadora de la economía local. Farrés señaló que la iniciativa municipal se dirige al mantenimiento de la maximización del beneficio como objetivo esencial de la actividad económica. Beneficio, sin embargo, que debe perder el carácter de lucro privado e inmediato para convertirse en beneficio colectivo.