El Gobierno no alterará el carácter militar de la Guardia Civil

En respuesta a algunas cuestiones planteadas por los portavoces de los grupos parlamentarios, el ministro del Interior ofreció información y anunció medidas sobre algunos puntos concretos. Entre otras cosas, aseguró el propósito socialista de no modificar el carácter militar de la Guardia Civil y de modernizarla en la línea de los carabinieri italianos, aunque precisó que, de acuerdo con el programa electoral del PSOE, se acentuará su dependencia del Ministerio del Interior.

No a la ley de fugas. Juan María Bandrés recogió del Código Penal los casos en que la Guardia Civil, como los demás ciudadanos, pueden disparar, y que no son otros que los supuestos de legítima defensa, estado de necesidad y cumplimiento del deber. En relación con la instrucción dada a conocer por el ministro, expresó su preocupación de que pueda consagrar, de hecho, la famosa ley de fugas. Barrionuevo se mostró conforme con los requisitos del Código Penal y aseguró que las normas de su departamento se ajustan a las que existen en otros países democráticos.

Cese del general Yraizoz. No se va a pedir el cese ni la dimisión del jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, Fernando Yraizoz, ni del director general de la Guardia Civil, José Aramburu. Barrionuevo aseguró que, en todo caso, se trataría de un "cambio de destino" a decidir por el departamento de Defensa.

Retraso en las nuevas normas. La intervención del diputado centrista Luis Mardones, que acusó al Gobierno socialista de demora en el establecimiento de nuevas normas, fue recibida con un abucheo por la izquierda. Barrionuevo recordó que el reglamento vigente data de 1943, aunque en algunos aspectos está modificado y derogado. Contestando a Santiago Carrillo, aseguró que la modernización no afectará a la condición militar de la Guardia Civil.

La manifestación de Getafe. Francisco Soler Valero, del Grupo Popular, preguntó al ministro si estaba de acuerdo con la manifestación celebrada en Getafe y apoyada por el PSOE. Barrionuevo contestó que la manifestación se desarrolló con tremendo respeto. Indicó que a su paso por delante del cuartel de la Guardia Civil no se produjeron insultos ni faltas de respeto por el grueso de los manifestantes ni por los organizadores, aunque algunas personas emitieran gritos contra el ministro, el Gobierno y la Guardia Civil.

El socialista Josep Verde expresó también su conformidad con el ejercicio del derecho constitucional de manifestación, como respuesta instintiva, que debe complementarse con la reflexiva de unas nuevas normas. Contestando a José María Ruiz Gallardón señaló que los socialistas no invocan sólo la presunción de inocencia de los autores de los disparos, sino lógicamente también la de la víctima.