Detenidos en Francia los dos máximos dirigentes y otros cinco miembros de ETApm
Los presuntos miembros del sector de ETA Político-militar que propugna su integración en ETA Militar fueron detenidos el martes en las localidades francesas de San Juan de Luz y Bayona. La policía francesa les acusa de tener en su poder cartas en las que se exige el pago del denominado impuesto revolucionario. Entre los detenidos figuran Pedro Aztorkitza lkazurriaga, Potxoka, y Arnaldo Otegui Mondragón, Gordo, máximos dirigentes de este grupo escindido de ETApm, que cuenta con la práctica totalidad del armamento de que disponían los polimilis.
La detención se inscribe en una amplia operación policial, en el curso de la cual fueron trasladados a la comisaría de Bayona al menos quince personas, ocho de los cuales fueron puestos en libertad una vez identificados. La operación constituye aparentemente la respuesta al Gobierno francés a las advertencias y amenazas lanzadas por este sector de ETApm en una conferencia de Prensa que tuvo lugar el pasado sábado en el sur de Francia y en la que anunciaron "sorpresas" al Gobierno de París si éste endurecía su actitud frente a los refugiados vasco-españoles.La detención de Aztorkitza y Arnaldo Otegui descabeza momentáneamente a este grupo terrorista, según se puso de manifiesto ayer en medios cercanos a los residentes vascos en el sur de Francia. Portavoces de la gendarmería de Bayona informaron anoche a éste periódico que la operación policial no ha terminado todavía.
La operación desencadenada el martes en el País Vasco francés, que dio por resultado la detención de los siete presuntos miembros de ETA político-militar, continúa, según anunciaron fuentes policiales. Arnaldo Otegui Mondragón, considerado como el número dos de los polimilis, poseía siete cartas dirigidas a cuatro industriales de Pamplona y tres de Vitoria, a quienes se les reclamaba el impuesto revolucionario, informa desde París Feliciano Fidalgo.
Noticias recogidas por teléfono desde París aseguraron que tres de las cartas precitadas exigían el pago de cinco millones de pesetas cada una. En otra se pedían diez millones, y veinte millones de pesetas en una más.
Se hacía notar anoche, en medios oficiosos, que, según la legislación francesa, las misivas en cuestión no constituyen un delito grave de extorsión de fondos, "porque no hay ejecución de la amenaza". Posteriormente, el juez, en todo caso, podría apreciar un "inicio de ejecución". Aparentemente, sin embargo, para las leyes francesas, se trataría de un delito de "asociación de malhechores".
Por esto último, y teniendo en cuenta la normativa que estableció, hace algunos meses el Gobierno galo en materia de extradiciones, si las autoridades españolas pretendieran una acción en tal sentido, tendrían que probar los presuntos delitos en España, de los detenidos. Solo así podría ser ejecutada la eventual demanda de extradición.
En los medios vascos franceses se subraya que, como viene ocurriendo desde hace años, la policía pone la mano fácilmente encima de los poli-milis, a quienes se les considera menos organizados que los refugiados de ETA Militar. Por otra parte, las mismas fuentes abertzales sospechan que en esta fracción de los etarras, "una extraña manipulación los deja frecuentemente al descubierto". Por otra parte, Jacques Debesa, miembro de un comando de extrema derecha, acusado de haber asesinado al refugiado vasco español Justo Alizarán Sarasola, fue condenado ayer, en rebeldía, por el tribunal de Pau a cadena perpetua.
El atentado contra el entonces refugiado vasco, según informa Efe, fue cometido el 13 de septiembre de 1979 en Biarritz, y la víctima, herida de gravedad, falleció el 5 de octubre siguiente.
Debesa ha sido acusado también de haber participado en otros seis atentados en la región vasco francesa desde 1979. Actualmente está detenido en la cárcel de Soria por tráfico de divisas.
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