Nadie se hace cargo de los daños ocasionados por el socavón de la calle del General Orgaz
"Hace un mes que mi coche está enterrado en el fondo del socavón, al igual que sucede con el de mi vecino, Héctor de César Domínguez, y todavía nadie se ha responsabilizado de lo ocurrido ni he recibido respuesta a mi demanda por daños y perjuicios", declaró ayer Angel Domínguez, residente en el inmueble de la calle General Orgaz, 15, quien, en la madrugada del pasado 24 de enero, pudo comprobar que su vehículo y el de su vecino habían quedado sepultados en el fondo del enorme socavón que se produjo en dicha calle y que todavía hoy continúa sin cubrirse.Pasado un mes, las probabilidades de que los coches tengan posibilidad de ser reparados y prestar servicio de nuevo son absolutamente nulas.
En los días siguientes al siniestro, se intentó sacar un árbol que también fue tragado por el derrumbamiento del suelo, sin conseguirlo. Al contrario, los técnicos temieron que la calzada no fuera capaz de soportar el peso de la grúa y abandonaron los trabajos de rescate. Parte del socavón se rellenó de nuevo con tierra.
Vistas las pocas esperanzas de recuperar su vehículo, Angel Domínguez se decidió a reclamar una indemnización al Canal de Isabel II, empresa a la que considera principal responsable del siniestro.
A los pocos días de producirse el socavón, el propio director del canal, Rodolfo Urbistondo, declaró que la causa del mismo había sido una fuga de agua subterránea, descubierta en la calle Infanta Mercedes, perpendicular a la de General Orgaz, que había ido minando el subsuelo hasta que la acera y parte de la calzada cedieron por su propio peso.
Angel Domínguez presentó la preceptiva denuncia en la comisaría del distrito el 5 de febrero pasado y, el mismo día, envió un escrito al departamento de Indemnizaciones por Daños del Canal de Isabel II, sin que hasta ahora haya tenido respuesta. Sus gestiones con los funcionarios municipales tampoco han esclaracido nada. Angel Cano, delegado de Obras y Servicios Urbanos, afirmó ayer que los vehículos serían sacados, pero no pudo precisar una fecha, más o menos aproximada, aunque sí anunció que la operación supondría al Ayuntamiento un gasto considerable.
Indemnizaciones
Por otra parte, se ha producido un hecho curioso, y es que la compañía aseguradora, Mutua Madrileña Automovilística, ha enviado una nota al Ayuntamiento en la que pide que le informe de qué manera piensan reintegrar el importe de la reparación, dando por sentado que el vehículo ya está fuera del socavón e, incluso, reparado.Entre esta maraña de hilos burocráticos, a Angel Domínguez no le queda más papel que el de sufrido ciudadano al que se le ha causado un grave perjuicio y que se encuentra sin saber a quién recurrir. La posibilidad de que la compañía de seguros declare el asunto cerrado calificándolo de siniestro total no le soluciona nada, puesto que, en este caso, la indemnización se calcula sobre el valor oficial del coche y, dado que éste llevaba ya varios años funcionando, la cantidad a recibir será insuficiente para adquirir un vehículo nuevo.
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