María Jesús Errecatxu,
una joven negra de veintidós años, ha sido admitida, junto con otras 130 mujeres, en la segunda promoción de la policía autónoma vasca, según informaba ayer el diario Deia. La joven, cuanto tenía un mes y medio de edad, fue adoptada por un matrimonio de Munguía que le enseñó el eusquera como su primera lengua. Posteriormente, en la escuela, aprendió castellano. María Jesús se considera "persona pacífica" y preferiría ser agente de tráfico o de algún cuerpo especial, como, por ejemplo, el antinarcóticos. "Ser policía no es sólo salir a la calle y dar palos; es estar al servicio de la gente", afirma. Respecto al terrorismo, su opinión no es menos clara: "ETA no es nadie para ir matando gente y menos para ir imponiendo una ley".
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