Los homosexuales no son enfermos.
Ante todo, quiero felicitarlespor la fecunda labor que siempre han realizado en pro de la paz y la justicia. Editoriales como la reciente Crepita la vieja hoguera consiguen que tantos ciudadanos nos identifiquemos con la coherente línea de este diario y acreditan una vez más a EL PAIS como un medio de comunicación progresista, independiente y democrático al mismo tiempo.
Resulta triste y humillante que en este país homosexuales y lesbianas sigan siendo un sector marginado; esperemos que el actual Gobierno cumpla sus promesas, ya que la desigualdad de los ciudadanos en base a tener una determinada preferencia sexual era cosa de dictaduras, creo yo. / Albacete.
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