Arrestados en Alava los cuatro miembros de un comando de ETAm

Los cuatro integrantes del comando Pagasarri de ETA Militar fueron detenidos en Llodio (Alava) la madrugada del pasado viernes por funcionarios del Cuerpo Superior de Policía de los Servicios de Información, según informó ayer el ministro del Interior, José Barrionuevo. Los detenidos son Jesús María Gómez López, responsable del grupo, Angel Ibarrola Landaluce, Jesús María Guaresti Echevarría y Juan Manuel García Alarcia. Están acusados de la colocación de tres artefactos explosivos, que no ocasionaron víctimas, y, según Barrionuevo, proyectaban asesinar a cuatro guardias civiles, un policía nacional y dos obreros de la citada localidad alavesa.En el curso de una rueda informativa registrada ayer en el Ministerio del Interior, el titular del departamento, José Barrionuevo, manifestó que los cuatro detenidos se han declarado autores de la voladura del transformador situado en la subestación de Iberduero en Llodio, hecho ocurrido el 8 de enero del pasado año. Asímismo, el 26 de octubre de 1982 colocaron dos artefactos en las sucursales de Llodio de los Bancos Central e Hispano-Americano, en los que se, registraron daños estimados en unos dos millones de pesetas.

Barrionuevo añadió que los detenidos ya habían enviado información a la dirección de ETA para asesinar a dos guardias civiles y un ex miembro del cuerpo, así como un policía nacional, en Llodio, otro guardia civil en Amurrio (Alava) y dos obreros que trabajan en las empresas Tubacex y Aceros de Llodio, a los que consideraban chivatos.

Gómez López e Ibarrola Landaluce, de 26 y 24 años respectivamente, realizaron en mayo de 1981 un cursillo de formación terrorista en el sur de Francia, donde fueron instruidos en el manejo de pistolas y metralletas, así como en la fabricación de artefactos explosivos. Durante el período de formación, los ahora detenidos tomaaron numerosas notas en dos cuadernos intervenidos por la policía.

Igualmente, y en un zulo o agujero situado en el monte Malcuartu de Llodio, los policías que intervinieron en la operación encontraron dos bidones de plástico en los que el comando guardaba una metralleta Ster Mk II con dos cargadores, tres pistolas Browning con sus correspondientes cargadores y los números de fabricación borrados, una cuarta pistola marca Campogiro, cuatro granadas de mano fabricadas por ETA, cinco kilogramos de explosivo goma-dos, cuatro pasamontañas y abundante munición de las firmas Societé Francaise, Gevelot y Santa Bárbara.

En otro agujero diferente, los inspectores de policía encontraron un tubo de plástico negro, de aproximadamente cuarenta centímetros de largo y quince de grosor, utilizado para el intercambio de notas, órdenes e informaciones entre el comando y la dirección de ETA-militar.