El Ayuntamiento de Valencia adquiere parcelas para conservar zonas verdes de la ciudad

El Ayuntamiento de Valencia ha decidido proceder a la recuperación de parcelas de la dehesa de El Saler o de la Albufera, de cara a la conservación de esta zona, por su interés ecológico. Se trata de parcelas que habían sido vendidas para ser urbanizadas y que serán recuperadas por el consistorio mediante indemnización a su propietarios.

Son los primeros pasos efectivos para que la Dehesa quede como reserva ecológica y espacio de uso público, con carácter previo a la aprobación de un plan especial cuya exposición pública se inició la pasada semana, y que supone la inversión de unos 1.250 millones de pesetas. De ellos, unos ochocientos millones irán destinados a indemnizaciones para recuperar parcelas.La Dehesa es una franja de tierra de singulares características que separa la Albufera del mar y comprende aproximadamente unas 850 hectáreas. En 1964, cuando era ministro de Información Manuel Fraga, se inició un plan urbanístico que, gracias a los retrasos que sufrió -fue aprobado definitivamente en 1978-, no se cumplió en su totalidad.

Parcialmente urbanizada en la actualidad, se calcula que un 70% de su superficie se encuentra en buenas condiciones de ser recuperada, porque aún no se ha construido, pese a que se vendieron muchas parcelas. El plan del Ayuntamiento surgido de las elecciones de 1979 intenta ser una solución posibilista para el problema y dar satisfacción a la reivindicación popular de muchos años que tiene como lema "El Saler per al poble" (El Saler para el pueblo).

Cuando tomó posesión la actual corporación se iniciaron unos estudios sobre la situación de la zona, que contemplaban varias alternativas para la recuperación. La más radical suponía la recuperación total del espacio, incluidas las parcelas construidas totalmente. Para llevarla a la práctica el Ayuntamiento hubiese debido invertir 9.000 millones de pesetas, lo que se descartó por la dificultad de financiación. Se optó por otra solución prevista en el plan: recuperar las parcelas no construidas en la actualidad, con la delimitación de unas zonas-filtro entre las partes urbanizadas y las de plena conservación ecológica.

Lo que mejor se ha conservado del peculiar medio ecológico de la Dehesa ha sido el matorral y el bosque, mientras que sólo de forma muy reducida se han conservado los espacios entre dunas, en los que se depositan temporalmente charcas salinas y que reciben el nombre de malladas. Se han conservado muy poco las dunas móviles de la zona más próxima al mar, debido a la utilización urbanística.

Coto Doñana

La Dehesa, debido a sus suelos arenosos y a que posee un microclima propio, presenta una gran variedad de especies vegetales en una superficie reducida. El único espacio con una cubierta vegetal comparable en el litoral de la península es el coto de Doñana. En las dunas móviles próximas al mar abunda una vegetación herbácea resistente a la acción de los vientos y a la escasez de agua. Las dunas fijas, más hacia el interior, presentan un matorral denso y un arbolado en el que predomina el pino carrasco. Las malladas son colonizadas por una vegetación compuesta por juncos y plantas adaptadas a diferentes grados de encharcamiento y salinidad.En la orilla de la Albufera aparecen carrizales, con gran número de especies vegetales, que constituyen también el refugio de una variada gama de aves. Debido a sus condiciones, la Dehesa es lugar de paso de aves migratorias.

El Ayuntamiento de Valencia puede iniciar ya la recuperación de parcelas, a pesar de no haber sido aún aprobado el plan especial, debido a que algunos propietarios de estos terrenos se ofrecieron a percibir la indemnización con anterioridad a la entrada en vigor del plan. Esta fase previa de recuperación del suelo supondrá un coste aproximado de setenta millones de pesetas.

El alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, del PSOE, señala que "actualmente estamos en condiciones de hacer dos cosas desde un principio previstas en nuestra gestión: decir a nuestros conciudadanos que el propósito de detener la degradación de El Saler no ha sido conseguido en su totalidad pero que hemos iniciado los trabajos para ello; simultáneamente, y con modestia, hemos comenzado a mostrarlo a los ciudadanos, ya que no queríamos una recuperación conservatista, sino para el uso y el disfrute de los ciudadanos de Valencia. Conviene tener en cuenta que hemos de pagar con dinero de hoy la desastrosa gestión desde 1964 a 1979".

Pérez Casado insiste en que para él se trata de "una tarea prioritaria, pues se trata de un recurso natural escaso y próximo en accesibilidad a los habitantes de Valencia", a la vez que constituye, "con todas sus limitaciones, una reserva importante desde el punto de vista ecológico en España". A juicio del alcalde, se inscribe "dentro de una política de recuperación de los espacios abiertos de la ciudad, entre los que se encuentran también el viejo cauce del Turia y la Albufera".

En opinión de Carmen Arjona, del PCE, concejala delegada de El Saler y la Albufera, si bien en estos momentos el Ayuntamiento está haciendo un gran esfuerzo por obtener canales de financiación para el plan especial del cauce del Turia, que costará unos 5.000 millones de pesetas.