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España normalizará relaciones con Israel en esta legislatura

El establecimiento de relaciones plenas entre España e Israel es algo que va a producirse antes de que termine el primer mandato del Gobierno socialista, según la impresión que ha obtenido en Madrid, después de dos días de conversaciones con las autoridades españolas, Israel Gat, un alto funcionario del Partido Laborista de aquel país. Gat ha participado también en las sesiones de la Internacional Socialista que han tratado esta semana de asuntos de organización e ideario en la capital española."No tengo la menor duda de que la política exterior española camina ahora hacia el pleno establecimiento de relaciones diplomáticas, con intercambio de embajadores, y somos conscientes, tanto el PSOE como mi partido, de que cualquier movimiento hacia la paz en Oriente Medio puede acelerar este paso", dijo Israel Gat en unas declaraciones a este diario durante su estancia en Madrid.

Gat, director del departamento de asuntos internacionales del Partido Laborista israelí, cree que "el ambiente con el actual Gobierno español ha mejorado mucho respecto de los anteriores. Si el Partido Laborista llegara al poder mañana en Israel, ese reconocimiento se produciría inmediatamente, pero creo que el Gobierno González entiende que no se trata de una cuestión de partidos, sino de dos pueblos que, independientemente de quién los gobierne, deben mantener unas relaciones normales, aunque no coincidan sus políticas", añade.

Israel Gat se ha entrevistado con Felipe González, el vicepresidente Alfonso Guerra y el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, además de mantener otras reuniones con miembros del partido socialista en el curso de las reuniones de la Internacional. "Los socialistas españoles no pueden olvidar que si Israel no tiene relaciones diplomáticas con España desde hace muchos años es porque ellos pidieron a los laboristas israelíes, cuando estaban en el poder y el régimen de Franco solicitó ese reconocimiento, que no lo hicieran", recuerda el político laborista.

Desde el punto de vista israelí, no existen más que ventajas para España con el establecimiento de relaciones diplomáticas. Por una parte, y dadas sus buenas relaciones con los árabes, España podría contribuir al proceso de paz en Oriente Medio, "no tanto como mediadora, pero sí en un papel del tipo que jugó el dirigente rumano Ceausescu cuando la paz entre Egipto e Israel", afirma Gat. Respecto a posibles represalias árabes, Israel Gat no cree que en estos momentos, y fuera de la solidaridad que ellos van a mostrar siempre contra España en temas como el Sahara o las reivindicaciones marroquíes, puedan producirse daños graves en esas relaciones. Además, agrega, España seguirá manteniendo buenas relaciones con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y actuará en sus críticas a las posturas en Oriente Medio como lo hacen otros países europeos.

Las ventajas, en el terreno bilateral por el lado israelí serían también considerables: aumento del comercio e intercambios de tecnología en agricultura, energía solar y de información en relación con grupos terroristas. "No es cierto, como se dice en algunos círculos, que Israel se oponga a la entrada de España en el Mercado Común europeo. Ni se opone ni quiere que se retrase", asegura Gat. Para el representante israelí, es evidente, que existen problemas con algunos productos agrícolas que son .competitivos en Europa, pero Israel está tan convencido de que España va a ingresar en la CEE que, desde hace tiempo, está diversificando la producción para obtener frutas o verduras que no compitan directamente con los de la Europa meridional.

Hay otro aspecto importante, en opinión de Gat, que el Gobierno socialista español debe tener en cuenta: "Israel es el único país fuera del área latinoamericana donde existe una comunidad hispanohablante, casi la mitad de la población del Estado de Israel, que durante siglos ha mantenido la lengua ladina y castellana sin ayuda del pueblo español. Sería una lástima que, cuando se acerca el quinto centenario del descubrimiento de América, y también de la expulsión de los judíos, España no hiciera un esfuerzo cultural con esta pequeña comunidad de sefardíes que desean esa atmóstera cultural hispana", opina Gat.

Unas razones que no se explican

La historia de la ausencia de relaciones diplomáticas entre España e Israel, especialmente en la última etapa democrática, no ha conocido ningún político de ningún partido que se haya pronunciado abiertamente y en público en contra del reconocimiento pleno de Israel. Por el contrario, y hoy sigue sucediendo lo mismo, políticos de cualquier ideología y rango se pronuncian afirmativamente por la normalización.Lo que sí ha habido son declaraciones de que todavía no era el momento, que dependía de una mejora del clima en Oriente Medio o del reconocimiento de los legítimos derechos de los palestinos. El ex presidente Adolfo Suárez fue el más decidido partidario del retraso y, en ello, su ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, puede dar fe de las múltiples ocasiones en que, desde 1976 hasta 1979, tuvo que retractarse cada vez que, en sus viajes y contactos internacionales con diplomáticos israelíes, anunciaba que las relaciones estaban al caer.

Después de la declaración inicial de la Corona, en 1975, de entablar relaciones con todos los países, La URSS y México abrieron sus embajadas, pero no Israel. Al final de su mandato como presidente del Gobierno, Carlos Arias Navarro autorizó a su entonces ministro de Asuntos Exteriores, José María de Areilza, a dar el paso, y éste tenía preparado un viaje a Israel cuando cayó Arias y subió al poder Adolfo Suárez. Durante los últimos tres años, personalidades políticas, como Manuel Fraga Iríbarne, Ignacio Camuñas, Enrique Múgica Herzog, Miguel Roca Junyent, Herrero de Miñón, y muchas más en el terreno de las letras y de las artes han visitado el país y abogado por la normalización de relaciones.

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