El consejo confederal de CC OO ratifica el Acuerdo Interconfederal 1983

El consejo confederal de Comisiones Obreras acordó, en la reunión celebrada ayer en Madrid, aprobar la firma del Acuerdo Interconfederal para 1983, así como impulsar al máximo la acción sindical del conjunto del sindicato para conseguir la aplicación y el desarrollo más positivo posible del pacto en los convenios. El consejo se reafirmó asimismo en el objetivo de incidir sobre el Gobierno y el resto de las fuerzas sociales para la negociación de un plan de solidaridad frente al paro y la crisis. Los acuerdos fueron aprobados con 98 votos favorables, once en contra y una abstención.En la apertura de la sesión, Marcelino Camacho señaló que un 20% de los delegados sindicales de CC OO se ha pronunciado en contra de la firma de los acuerdos. Camacho añadió que, por primera vez, una central sindical ha realizado consultas a todos sus dirigentes y asambleas de participación mayoritaria antes de firmar un pacto con los empresarios.

Comisiones Obreras de Cataluña es la principal organización federada del sindicato que se ha manifestado en contra de la firma del Acuerdo Interconfederal en la mayoría de asambleas y consultas realizadas en la última semana. El rechazo de los acuerdos, expresado de forma contraria a la resolución del consell nacional aprobada por exigua mayoría el pasado fin de semana, ha sido reconocido por el secretario general del sindicato, José Luis López Bulla.

El principal dirigente del sindicato en Cataluña declaró que la mayoría de los delegados y afiliados de CC OO en Cataluña no es favorable a la firma del Acuerdo Interconfederal, aunque, por el momento es imposible cuantificar el resultado exacto de la consulta. López Bulla añadió que el rechazo de los acuerdos ha venido condicionado por la extremada agudización del paro en Cataluña, las dificultades habidas en la anterior negociación colectiva y la confusión creada en torno a la reducción de jornada laboral.

Diferencias internas

El pronunciamiento de CC OO de Cataluña en contra del Acuerdo Interconfederal acelera el clima de división existente en el seno del sindicato, fenómeno progresivamente en crispación desde la expulsión del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) de gran parte de los dirigentes sindicales catalanes y su ingreso en el Partit dels Comunistas de Catalunya (PCC). La radicalización de las posturas puede tener consecuencias muy graves en el próximo congreso del sindicato, que se celebrará a finales de este año.El informe presentado por López Bulla al consell nacional del sindicato celebrado el pasado fin de semana fue aprobado por una diferencia de cuatro votos. En la discusión, presidida por fuertes enfrentamientos, se aprobó, sin embargo, llevar a cabo una consulta a la base. En los resultados de esta última ha influido decisivamente la intensa labor llevada a cabo por las organizaciones de Barcelona y el Vallés occidental, así como las federaciones del metal, construcción y alimentación. En el polo opuesto, contribuyeron a radicalizar las posiciones, la organización del Baix Llobregat y algunos dirigentes de la tendencia más conservadora del PSUC.