Es poco probable que baje el precio de la gasolina antes del verano

La urgente necesidad de recuperar casi 200.000 millones de pesetas en renta y fiscalidad atrasados hace poco probable que los precios de los carburantes puedan experimentar una baja en España antes del próximo verano, pese a la caída que han experimentado, y pueden aún experimentar, los precios del petróleo en los mercados mundiales, según estiman fuentes gubernamentales autorizadas. En cualquier caso, medios del sector señalan que, de producirse una muy improbable baja, ésta no sería muy significativa y se realizaría sólo por motivos psicológicos.

Los precios de los carburantes derivados del petróleo experimentaron una fuerte subida (más de un 20%) el pasado siete de diciembre, después de un año y medio de permanecer inalterables. Las razones aducidas por el Gobierno, basadas en datos contratados, fueron la pérdida experimentada en la relación peseta-dólar, que encareció aún más el coste de los crudos en origen, y el sensible retraso experimentado en la recaudación fiscal, que algunos expertos cifraban en superior a los cien mil millones de pesetas en diciembre y susceptible de aumentar hasta 200.000 millones si no se modificaban urgentemente las tarifas.La pérdida de ingresos por renta y fiscalidad, sobre los 310.000 millones de pesetas previstos en los presupuestos de 1982, se produjo además en un año electoral y con un Gobierno convencido de que la prevista caída en los precios de los crudos terminaría a medio plazo por compensar el desfase. El derrumbe de los precios de los crudos se ha retrasado más de lo previsto, porque la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se las ha ingeniado para manipular un mercado adverso durante casi año y medio.

Precios y fisco

Los costes de la importación de los crudos tampoco se han visto reducidos, hasta cierto punto, por la política de compras que se ha mantenido desde el Ministerio de Economía y Comercio, donde se ha preferido mantener, por razones estratégicas y políticas, algunos contratos a largo plazo con productores como Arabia Saudí, pese a que el mismo crudo se podía adquirir a un precio más barato en los mercados libres.El esperado colapso de los precios, que muy bien podría comenzar esta misma semana con la reducción en cuatro dólares del precio saudí y kuwaití (de 34 a 30 dólares por barril), permitirá acabar con el desfase en la recaudación fiscal y en la renta del petróleo antes de la fecha prevista. Los cálculos iniciales estimaban que la factura fiscal se estabilizaría en el mes de octubre si los precios del crudo permanecían estables y la peseta no experimentaba nuevas pérdidas con relación al dólar.

Ahora, expertos del sector estiman que este plazo podría reducirse en varios meses si se confirma la fuerte caída de los precios del crudo y si el dólar experimenta una baja con relación a la peseta, tal como se prevé. En este sentido, algunas fuentes gubernamentales estiman que, de cumplirse los pronósticos en cuanto a precios del crudo y relación peseta-dólar, los carburantes podrían bajar antes del verano, incluso en mayo. Todo esto, sin embargo, es muy hipotético y estaría además en función con la evolución de los consumos de los carburantes en España, cuya disminución perjudica a la industria del sector pero beneficia a la economía por el menor coste que supone en importaciones.

En cualquier caso, los precios de los carburantes están pendientes también de los objetivos gubernamentales en cuanto a recaudación fiscal.