Juan Pablo II defiende la necesidad y actualidad del Codigo de Derecho Canónico

Juan Pablo II hizo ayer una vibrante defensa de la necesidad de la Iglesia católica de poseer una legislación canónica. Lo hizo para responder a cuantos en estos días, desde el campo del progresismo cristiano, sobre todo protestante, habían defendido que hubiera sido más conciliar para la Iglesia el haber abolido el código de derecho canónico, sustituyéndolo por una especie de ley de la Iglesia con sólo principios generales, del ando después la aplicación concreta a las diversas iglesias locales.El derecho de la Iglesia, dijo Juan Pablo II, "no puede concebirse como un cuerpo extraño, ni como una superestructura ya inútil, ni como un residuo de ansias temporalísticas". Para la Iglesia, el derecho canónico, tal como ha sido concebido en el nuevo código, es, añadió el Papa "el medio, una ayuda y hasta una defensa en determinadas y delicadas cuestiones de justicia".

Lo afirmó, ante un público muy selecto, en la sala de las bendiciones. Estaban presentes todos los embajadores acreditados ante la Santa Sede, representantes de todas las asociaciones íntemacionales de derecho canónico y catedráticos y alumnos de las pontificias universidades de Roma. Fue como el espaldarazo oficial al nuevo código, firmado y promulgado días atrás por el Papa.

En su discurso, el Papa se preguntó: ¿Por qué un código de derecho en la Iglesia? ¿De qué sirve?" E intentó probar la utilidad y necesidad de una legislación jurídica para la Iglesia con razones históricas. Entre ellas, el Papa recordó que ya en la historia del antiguo testamento existen disposiciones culturales y legislativas.

Pero no se detuvo aquí. Dio también motivaciones eclesiológicas, y aquí Juan Pablo II dijo que en la Iglesia, junto al aspecto espiritual e interior, existe también el visible y externo, "con poderes y funciones concretas, con derechos y deberes relativos a cada una de las personas y de los grupos". Y la Iglesia, afirmó, se ha preocupado siempre de "emanar leyes y normas según las necesidades y exigencias de cada tiempo y lugar".

Y acabó subrayando que el nuevo código de derecho canónico se justifica para dar cumplimiento a la nueva imagen pastoral de la Iglesia. Así, en el servicio a la causa de la justicia, dijo Juan Pablo II, "el derecho tiene que inspirarse, cada vez más y mejor, en la ley mandamiento de la caridad".

Y para que su idea fuera inteligible el Papa puso un ejemplo geométrico: "Arriba, en alto, esta sagrada escritura, a un lado: los documentos del Concilio Vaticano II, y al otro, el nuevo código de derecho canónico". Y explicó que "hay que pasar a lo largo de los lados de dicho triángulo sin negligencias ni olvidos, respetando ecuménicos y también el patrimonio de sabiduría jurídica que pertenece a la Iglesia".