El origen de la UNED

En el artículo del suplemento número 37 de EL PAIS sobre educación La UNED, una universidad improvisada, leo que "quienes importaron la idea, británica" (se refiere explícitamente a la Open University) la pusieron "en marcha a toda prisa", "en ocho meses", etcétera.Me acojo a su amabilidad para que, si le parece de algún interés, publique esta carta, que pretende aportar algunos datos para uso de futuros estudiosos y para evitar que publicaciones cuidadas hagan suyas descalíficaciones globales y errores de bulto, tan frecuentes por lo que se refiere a la reforma educativa, seguramente por falta de información contrastada.

Primero: la Open University no fue el antecedente ni el modelo de la UNED.

Segundo: la UNED no fue improvisada, en ocho meses.

El objetivo de la UNED fue, en su inicio, triple:

1. Permitir el acceso a la licenciatura en Pedagogía de los maestros en servicio ¿le la educación primaria, en aras de la calidad de la enseñanza y para cumplir con los nuevos requisitos universitarios que la reforma requería de los maestros de EGB (de ahí el número siempre mayoritario de los maestros matriculados).

2. Ofrecer un revulsivo a los métodos pedagógicos (trabajo de profesores en equipo) y a los medios (textos de unidades pedagógicas en vez de apuntes) por la vía del ejemplo práctico en las distintas carreras universitarias tradicionales.

3. Abrir una vía. de acceso a la universidad apropiada para los trabajadores mayores de veinticinco años.

Para estos objetivos comprobé

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que la experiencia más adecuada era el proyecto auspiciado por la Unesco en la Universidad de Lusaka (Zambia), que yo había supervisado antes de mi incorporación como secretario general técnico en España. Ese proyecto de educación por correspondencia de formación de universitarios en servicio (a distingo de los programas postsecundarios, no formales y por cable-visión de la Open University, en aquel entonces) fue originado en Zambia, a raíz de su independencia, primordialmente para formar a los nuevos funcionarios públicos, y logró una gran eficacia y un alto nivel de calidad.

El proyecto de la UNED fue una de las muchas iniciativas que promoví en paralelo mientras elaboraba las bases de la propuesta reforma (Libro Blanco). En 1969 negociamos y obtuvimos de la Fundación March su patrocinio y la cooperación financiera para el estudio de la viabilidad del proyecto, al buscar la garantía de una entidad de relieve académico-científico externa a la Administración pública.

El estudio preliminar lo llevó a cabo el profesor M. Aguilar. Las conclusiones fueron revisadas cuidadosamente, y en 1970, el profesor M. García Garrido, ex rector de Santiago, realizó el diseño operativo de la UNED y la planificación de su gradual puesta en marcha a partir de 1973, siendo su primer rector. Los sucesivos rectores han perfilado sus objetivos, ampliado su acción y tratado de mejorar su funcionamiento.

Efectivamente, la UNED nació sin edificio propio porque, al revés de lo que es frecuente en demasiados proyectos públicos, creo que es preferible -experimentar en edificios disponibles y no empezar por el techo físico. Como quiera que fracasó, por antifuncional y costoso, el intento de aprovechar un atractivo edificio en la Ciudad Universitaria, construido con anterioridad para trabajos de restauración artística, se acomodó la UNED, creo que con bastante lógica, en los locales del entonces CENIDE, donde, lamentablemente, sigue aún, pese a la indudable madurez y expansión alcanzada entre tanto por esta institución, constantemente visitada por misiones de estudio, especialmente latinoamericanas. / Ricardo Díez Hochleitner.