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El comienzo de las negociaciones entre PNV, PSOE y HB para la pacificación de Euskadi sigue bloqueado

La posible configuración de la mesa de negociaciones para la pacificación del País Vasco sufrió ayer un nuevo bloqueo al producirse, de nuevo, la constatación de las discrepancias mantenidas entre Carlos Garaikoetxea y Herri Batasuna en torno a la presencia de la Prensa en los encuentros Políticos. Una vez conocidas las diferentes posiciones -Herri Batasuna no dialoga sin periodistas como testigos y el lendakari prefiere la publicidad posteriormente a las conversaciones-, las dos partes guardaban silencio. Mientras Herri Batasuna añadía que "no hay nada nuevo que decir", en Ajuria Enea existió total hermetismo.

Si la opinión pública esperaba que después de las conferencias de Prensa de Herri Batasuna y del presidente del Gobierno vasco se produjera el desenlace de la trama sobre la mesa para la paz, lo cierto es que los mensajes de las dos partes tan sólo sirvieron para poner de manifiesto, una vez más, sus discrepancias en torno a la presencia de los informadores en las conversaciones.

Todos matizaron sus propuestas -Herri Batasuna aseguraba que la plataforma KAS no la sugerían como base de discusión, sino como uno de los puntos de partida, mientras el lendakari presentaba la alternativa de grabar los acuerdos de las discusiones-, pero el bloqueo se volvía a situar en el mismo punto: la presencia de los periodistas en los encuentros políticos.

Ayer, el dirigente de HB Iñaki Esnaola sugirió una nueva posibilidad: "Mañana mismo (por hoy), a las ocho de la mañana, Herri Batasuna estaría dispuesta a sentarse a la mesa negociadora para la normalización de Euskadi, si las dos fuerzas políticas restantes, PNV y PSOE, aceptasen hacerlo en Radio San Sebastián, y teniendo como testigos a su audiencia".

Grabar las conclusiones

Después de que los dirigentes de la coalición abertzale radical manifestaran en una conferencia de Prensa su voluntad negociadora, a la vez que insistían en que no dialogarían si no contaban con la presencia de los informadores, el lendakari formulaba una sugerencia, con afán de aproximación, pero que en realidad no comportaba muchas novedades. Carlos Garaikoetxea habló por primera vez de la posibilidad de utilizar grabadoras en los encuentros políticos.Pero al referirse a que las conversaciones quedaran registradas, por los medios técnicos habituales, al parecer no se aludía a todo el desarrollo de las conversaciones, sino, en último término, a las conclusiones definitivas. Es decir, la propuesta de Carlos Garaikoetxea se ceñía exclusivamente a las resoluciones de cada partido ante problemas concretos que, en lugar de contarlas sólo de viva voz a los periodistas, propone que queden registradas en una cinta.

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Por su parte Herri Batasuna, que insistía ayer en que "no hay nada nuevo que decir", a la vez que reiteraba la ineludible condición de que los informadores deben estar presentes en las conversaciones, ya que "no se trata de un problema de procedimiento, sino de una cuestión de filosofía política irrenunciable", diflicilmente podía aceptar la nueva fórmula del lendakari, por entender que no suponía ninguna novedad.

En medios próximos a la mencionada coalición abertzale radical se consideraba que la propuesta de Carlos Garaikoetxea no suponía ningún avance, ya que las grabaciones se limitaban exclusivamente a las conclusiones de los encuentros políticos y no a todo el desarrollo de las conversaciones.

En círculos próximos a la presidencia del Gobierno vasco reconocieron a este periódico que "el lendakari pocas propuestas puede hacer ya si Herri Batasuna continúa en sus trece. No se puede confundir lo que es una mesa de trabajo, aunque no tenga carácter negociador y sirva solamente para dialogar, con un debate público. Efectivamente, la presencia de los informadores podría provocar la tentación, en más de un representante político, de hacer testimonialismo de sus alternativas de cara a la galería, en lugar de buscar verdaderas salidas para la paz".

Así las cosas, no se produjo ayer ninguna novedad en torno a la mesa para la paz. La sensación de que la iniciativa del lendakari se encuentra, en estos momentos, en un callejón sin salida, permanecía como telón de fondo de la frase que cada parte repite todavía incesantemente: "Hay voluntad de dialogar".

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